El 20 de marzo recordamos a la Fundadora de las Hermanas Siervas de Jesús, la hermana Santa María Josefa del Corazón de Jesús. Se dedicó a los enfermos y necesitados sirviendo en ellos a Jesucristo doliente. Decía que “la asistencia no consiste solo en dar las medicinas y los alimentos al enfermo; hay otra clase de asistencia, y es la del corazón, procurando acomodarse a la persona que sufre”.
Este 19 de marzo, día de la festividad de San José, celebramos también la memoria del beato Juan de Parma Buralli. Un presbítero de la Orden de los Hermanos Menores a quien el papa Inocencio IV envió como legado a los griegos, para restaurar su comunión con los latinos. Su culto fue aprobado en el año 1777 siendo Papa Pío VI.
Pobreza, humildad y obediencia altamente bendecidas por Dios fueron las señas de San Salvador de Horta. Un milagroso franciscano del s. XVI que fue incomprendido por sus superiores y trasladado de un lugar a otro en un afán de evitar los prodigios. Nació en Gerona y lo recordamos este 18 de marzo.
En el siglo XVII un sacerdote de origen austríaco, Juan Sarkander, fue torturado hasta el martirio acusado de traición por el gobierno austríaco después de haber librado a los suyos de la destrucción de la ciudad de Holleschau, permaneciendo junto a sus fieles con el Santísimo Sacramento cuando llegaban las tropas polacas. Lo celebramos este 17 de marzo.
En Venecia el beato Juan Cacciafronte, fue obispo y mártir condenado al exilio por su fidelidad al Papa. Elegido tiempo después obispo de Mantua, fue trasladado finalmente a la sede de Vicenza, donde murió en defensa de la libertad eclesiástica, asesinado por un sicario. Su festividad se celebra el 16 de marzo.
Santa Paulina fue religiosa y fundadora del monasterio de Paulinzella en el siglo XII. Después de quedar viuda decidió entregarse a la vida religiosa para vivir santamente. Su memoria se recuerda el 14 de marzo.
El 13 de marzo es el día de Santa Cristina, una joven romana que fue martirizada a comienzos del s. IV a manos de su propio padre y por odio a su fe cristiana. Una de esas santas con las que el Señor obró milagros cuando iban a hacerla perecer.
Este 12 de marzo la Iglesia nos hace mirar la vida de la beata Angela Salawa. Una empleada doméstica polaca que perteneció a la Tercera Orden Franciscana. Quiso cambiar de vida movida por la muerte de su hermana, empezando un camino de redención que le hizo unirse más a Cristo pobre y abandonado. Fue beatificada el 13 de agosto de 1991 por Juan Pablo II, en Cracovia.
Miramos hoy a San Sofronio, obispo del s. VII que tuvo como maestro y amigo a Juan Mosco, con quien visitó diversos lugares monásticos. Fue elegido, a la muerte de Modesto, para ocupar la sede apostólica de la Ciudad Santa. Cuando cayó en manos de los sarracenos, defendió valientemente la fe y la seguridad del pueblo.
En Méjico recuerdan este 10 de marzo al beato Elías del Socorro, presbítero de la Orden de los Hermanos de San Agustín. Fue martirizado por odio a la fe, fusilado durante las Cristiadas tras conocerse que era sacerdote. El Padre Elías del Socorro fue grande en la fidelidad a lo sencillo.
