La parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Motril recibió por primera vez la visita de Mons. Gil Tamayo que presidió la Eucaristía en la que una adulta recibió el sacramento de Bautismo y otros 13 catecúmenos fueron ungidos con los Santos Óleos y recibieron la imposición de manos característica del sacramento de la Confirmación.
Este momento especial los nuevos confirmados estuvieron acompañados por su párroco, D. Alejandro Angüis, que ha sido catequista y también concelebró en la Misa, por sus padrinos, madrinas, familiares y amigos, al igual que Raquel, la joven que fue bautizada con la presencia y alegría de los fieles de la parroquia.
Durante su homilía D. José María realizó un recorrido por la vivencia de las primeras comunidades, destacando la “frescura de la fe” en las primeras comunidades y su vivencia de unidad y caridad.
También dedicó unas palabras a la joven recién bautizada reflexionando sobre la profundidad de este sacramento que da inicio a la vida cristiana y es “el regalo de la filiación divina”, que a su vez renovó en todos los presentes la gracia bautismal de ser hijos de Dios.
Por último, nuestro Arzobispo hizo una acción de gracias por el don del Espíritu Santo que se recibe en ambos sacramentos y a partir de los cuales el cristiano reciba la misión de ser testigo.
En la celebración también participó una representación de la Hermandad de la Virgen del Carmen que estuvieron presentes junto a los fieles también de Santa Adela y la parroquia de Santa Josefina Bakhita.
“La verdad que la preparación para este día ha sido muy bonita y también la celebración. La presencia de mi familia, de nuestro arzobispo y el canto del coro de la parroquia para mí ha sido inolvidable”, asegura Lydia López, joven de 24 años que formaba parte del grupo de confirmación.
María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social