En su primera actividad una vez tomara posesión de su ministerio como arzobispo coadjutor de Granada celebrada el sábado 1 de octubre, Mons. José María Gil Tamayo visitaba el domingo 2 de octubre la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, sede de la Patrona de la Archidiócesis y la ciudad.
Allí, celebraba la Eucaristía, en la que concelebraron los sacerdotes de la propia Basílica, y asistieron, junto al Pueblo de Dios, la Hermandad de la Patrona. “Acudir a la Virgen es mantener encendida la esperanza. (…) La fe tenemos que vivirla en comunidad en la Iglesia, dejándonos ayudar por quienes nos pastorean. La fe nos lleva a eso: a sentirnos una comunidad de fe, que confiesa al Señor Jesucristo, que se reúne entorno a la Eucaristía que es el sacramento de nuestra fe”, señaló el arzobispo coadjutor en su homilía. Ante la Sagrada Imagen de la Virgen de las Angustias ha invitado a los fieles a orar a la Madre de Dios en esta advocación para que “aumente nuestra fe”.
La Eucaristía concluyó con el canto del Himno a la Santísima Virgen de las Angustias, seguido de un sonoro aplauso y vítores de exaltación a la Madre de Dios.
EN EL CAMARÍN
Previamente a la celebración de la Eucaristía en la Basílica, donde fue recibido por el párroco D. Blas Gordo, Mons. Gil Tamayo accedía al camarín de la Virgen, ante quien oró postrado de rodillas en este inicio de su ministerio pastoral en nuestra Archidiócesis, donde trabajará en comunión con nuestro arzobispo D. Javier, para guiar al Pueblo de Dios en esta porción de Iglesia Universal encomendada por el Santo Padre.
Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comunicación Social