Vicarios Territoriales

Vicaría I

Francisco Manuel Sánchez Ramírez

Contacto

  • San Juan de Dios
  • San Juan de Ávila
  • Virgen de las Angustias
  • Polígono de Cartuja
  • Virgen de Gracia
  • Genil
  • Sierra Nevada
  • Gabia

Vicaría II

Enrique Ferrer Álvarez

Contacto

  • Alfaguara
  • Santa Fe
  • Sierra Elvira
  • Montes Orientales
  • Poniente Granadino

Vicaría III

Alberto Sedano Rodríguez

Contacto

  • Valle del Lecrín
  • Costa Occidental
  • Motril
  • Órgiva
  • Alpujarra Interior
  • Costa Oriental

Coordinación pastoral al servicio de cada zona de la Archidiócesis

La Archidiócesis de Granada está dividida en tres grandes zonas pastorales. Para acompañar más de cerca la vida y misión de las parroquias, comunidades y agentes de pastoral que las componen, el Arzobispo nombra a los Vicarios Episcopales Territoriales, que colaboran con él en la animación y coordinación pastoral de cada una de estas zonas.

Los Vicarios Territoriales son sacerdotes nombrados libremente por el Arzobispo para promover y coordinar la acción evangelizadora en sus respectivas zonas. Trabajan en estrecha comunión con el Vicario General, y se centran especialmente en la distribución adecuada de los recursos humanos y materiales —sacerdotes, laicos, estructuras— en las parroquias y arciprestazgos.

Tienen potestad ejecutiva ordinaria —como el Vicario General— pero limitada a los asuntos o el territorio para los que han sido designados. Esta autoridad excluye aquellas materias que el Arzobispo haya reservado para sí o que, por derecho, requieran su mandato especial (cf. c. 479 CIC).

Además, actúan siempre bajo la autoridad del Arzobispo, en comunión con su voluntad e intenciones, y lo mantienen informado sobre los asuntos más importantes que afectan a sus zonas pastorales.

También pueden ejercer, dentro de su ámbito, las facultades ordinarias que la Santa Sede ha concedido al Arzobispo, a menos que se indique expresamente otra cosa.

FUNCIONES

Animar la pastoral en el territorio

  • Coordinar e impulsar el Colegio de Arciprestes y mantener un contacto cercano con las parroquias, unidades pastorales y arciprestazgos.
  • Adaptar el Plan Pastoral Diocesano al contexto territorial, y orientar su puesta en práctica.
  • Acompañar a los arciprestes en su misión, motivarlos en el cumplimiento de sus deberes y favorecer el trabajo en común de los distintos agentes de pastoral.
  • Promover la participación de los laicos y el desarrollo de los Consejos Pastorales Parroquiales y Arciprestales.

Organización y reestructuración pastoral

  • Impulsar la creación de Unidades Pastorales, estudiar las necesidades del territorio y velar por el adecuado uso de los recursos humanos y materiales.
  • Garantizar el buen estado de las viviendas de los sacerdotes y de los centros parroquiales.
  • Recoger información clave sobre las necesidades estructurales, personales, sociales o económicas del territorio, y llevarla al Consejo de Gobierno Diocesano para su estudio.

Fomentar la sinodalidad y el trabajo en equipo

  • Estimular la creación de consejos pastorales en parroquias y arciprestazgos.
  • Promover el trabajo pastoral en comunión entre sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos, especialmente a través de equipos pastorales.
  • Potenciar la participación activa de los laicos, individuales o asociados, e impulsar la institución de ministerios laicales.

Colaboración con los órganos diocesanos

  • Emitir y tramitar informes sobre asuntos que afecten a su zona (obras, restauraciones, adquisiciones, etc.) conforme a los procedimientos aprobados en la Archidiócesis.