El 28 de abril se celebra la festividad de San Luis María Grignon de Montfort, sacerdote fundador de la compañía de María.

Desde su infancia mostraba su deseo de estar en permanente unión con Dios. Con grandes sacrificios logró conseguir estudiar al más famoso seminario de Francia, el seminario de San Suplicio en París, sobresaliendo como un seminarista totalmente mariano. Ya ordenado sacerdote, su primera Misa deseó celebrarla en un altar de la Virgen, y durante muchos años la Catedral de Nuestra Señora de París fue su templo preferido y su refugio.
El santo dedicó todas sus grandes cualidades de predicador, de conductor de multitudes, de cantante y compositor a predicar misiones para convertir pecadores, viajando incansablemente por los distintos lugares de Francia anunciando el Evangelio y permitiendo la llegada de Dios Padre en el corazón de las personas.

Luchó incansablemente contra el jansenismo, un movimiento religioso de la Iglesia católica, principalmente popular en Europa, durante los siglos XVII y posteriores. Su nombre proviene del teólogo y obispo Cornelio Jansenio (1585-1638).
Alma orante, dedicó gran parte de su tiempo y labor pastoral a evangelizar y a defender la fe católica de otras corrientes como el racionalismo, el protestantismo y el jansenismo.
Su obra se centró fundamentalmente en misiones de caridad con los más pobres y olvidados de la sociedad.

A pie y de limosna se fue hasta Roma, pidiendo a Dios la eficacia de la palabra, y la obtuvo de tal manera que al oír sus sermones se convertían hasta los más endurecidos pecadores. El Papa Clemente XI lo recibió muy amablemente y le concedió el título de “Misionero Apostólico”, con permiso de predicar por todas partes.
Asimismo, fundó una de las comunidades religiosas que han hecho grandes obras por la conversión de las almas: los Padres Monfortianos, a cuya comunidad le puso por nombre “Compañía de María”, y las Hermanas de la Sabiduría.

San Luis falleció el 28 de abril de 1716, a la edad de 43 años de una repentina enfermedad.
Luis María fue Beatificado en 1888 y en 1947 fue canonizado por Pío XII.