Abadía del Sacromonte
Se ubica este complejo Sacromontano sobre el monte Valparaíso, una de las colinas que conforman Granada, llamada por ello la ciudad acrópolis. Desde este lugar se divisa un bello panorama: la Alhambra, la ciudad cristiana, el Albayzín, Jesús del Valle…
El acceso se puede realizar bien por el Camino del Sacromonte, que se inicia en el Peso de la Harina, situado en la mitad de la Cuesta del Chapiz, o bien por el Camino de San Antonio partiendo de Haza Grande.
El Sacromonte representa, tanto religiosa como artísticamente, uno de los testigos más significativos de nuestro pasado cultural, imprescindible para comprender la Granada de la Contrarreforma.
Comienza su historia con una serie de hallazgos de reliquias y textos, objeto de gran polémica. El primero de ellos fue en 1588 cuando al destruir la Torre Turpiana -alminar de la mezquita mayor de la medina musulmana- para edificar la Catedral, se encontró una caja que contenía una tabla con la imagen de la Virgen, un lienzo, un hueso y un pergamino con un texto escrito en latín, árabe y castellano.
Posteriormente se encontraron en el monte Valparaiso los “libros plúmbeos”, láminas de metal escritas en extraños caracteres así como otras reliquias. La finalidad de las reliquias y textos que posteriormente se dan como falsas, era la de conseguir la integración política e ideológica de los moriscos en la monarquía, así como de fijar la antigüedad de la Granada cristiana.
Desde los primeros hallazgos la zona se convirtió en centro de peregrinación. Cada nuevo descubrimiento era motivo de fiesta. Aristocracia y organizaciones corporativas celebraban procesiones y se levantaban cruces conmemorativas de tales hechos. Cruces como la de los maestros hiladores de la sede (1604), la de los ganapanes o palanquines de las plazas Nueva y Bib-Rambla (1602) y la realizada en 1595 por los canteros y soldados de la Alhambra. De las 1.200 cruces erigidas sólo quedan cuatro.
Tras un largo proceso, las reliquias son declaradas auténticas y el Arzobispo de Granada D. Pedro de Castro Cabeza de Vaca y Quiñones, fundada en 1607 esta Iglesia Colegial dedicada a San Cecilio para culto a los mártires. Se convierten las Santas Cuevas en un espacio ritual que concentrará las prácticas religiosas de la sociedad contrarreformista.
La necesidad de sacralizar no sólo la ciudad sino también su entorno dará lugar a la aparición de los Montes Sacros, que surgen, no en el barroco (s. XVII) aunque esa será su época de mayor esplendor, sino a fines del siglo XV y en Italia. La idea de la creación de estos “montes sacros” se debe al franciscano Fray Bernardino Caimi tras un viaje que realizó a Tierra Santa.
El complejo Sacromontano comprende:
• Las Santas Cuevas.
(lugar del hallazgo).
• La Abadía (s. XVII-XVIII).
• El Colegio Viejo de San Dionisio Areopagita (s. XVII).
• El Colegio Nuevo (s.XIX).
La Iglesia
Dedicada a la Asunción presenta varias etapas en su construcción (ss. XVII-XVIII). En un principio se proyectó con una única y estrecha nave que remataba el crucero. Actualmente, desde el s. XVIII – es de planta de cruz latina, con tres naves, crucero, Capilla Mayor y coro, en alta a los pies. La nave central se cubre con bóvedas de cañón y las laterales, de menor altura y abiertas a la central con arcos de medio punto, tienen bóvedas de arista. Sobre el crucero cúpula, cuyas pechinas acogen el escudo del fundador.
Esta sencilla estructura de la iglesia, se ve enriquecida por la gran profusión de elementos decorativos: lienzos, esculturas, retablos y la sillería del Coro. Esta fue realizada entre 1615-1617 por Francisco Díaz del Rivero, suponiendo uno de sus primeros trabajos en Granada.
En la Capilla Mayor destaca su retablo que cubre todo su testero, adaptándose a su forma semicircular. Atribuido a Blas Moreno (1743), es de un solo cuerpo y tres calles separadas por estípites – elemento sustentante característico de los retablos del s. XVIII-. En la calle central se ubica el manifestador que acoge al Sagrario y a ambos lados esculturas de los santos mártires bajo las que se guardan sus cenizas. La comisa se rompe por un gran medallón con un relieve de la Asunción -titular del templo-. Se remata con relieve de la Trinidad y apóstoles.
Los retablos laterales del crucero presentan ambos la misma estructura: un único cuerpo y ático. A los pies de la iglesia, en la nave lateral derecha se venera a la Virgen del Sacromonte o de las Cuevas. Enfrente sobre un altar se encuentra el Cristo del Consuelo o de los Gitanos, tallado por José Risueño en 1695 por encargo del Cabildo.
Junto al altar mayor, a la derecha, está la Capilla del fundador, D. Pedro de Castro y Cabeza de Vaca. De pequeñas dimensiones, alberga el mausoleo del fundador, que aparece de rodillas y en actitud orante.
A la izquierda del altar mayor entramos en la Sacristía, de planta rectangular. En ella destacan una mesa de cálices con incrustaciones de mármol y sus cajoneras, fundamentalmente el remate de éstas, junto al muro, donde entre estípites se ubican marcos rectangulares con lienzos de temas religiosos que alternan con otros ovalados con espejos.
El Museo
La gran cantidad de obras de arte que posee esta fundación se han reunido en un museo, quedando aún otras obras en distintas dependencias. Se ubica en la antigua zona dedicada a la clausura, en su planta baja y accediendo por una interesante puerta de madera tallada, donde figura el escudo del fundador. Tres salas acogen sus obras.
Unas pequeñas vitrinas empotradas en la pared a modo de alacena y cubiertas con puerta de madera albergan una colección de objetos de culto, una magnífica muestra de la pintura flamenca de Gerard David (pintor que viene con la Corte de Carlos V) denominada, Virgen de la Rosa.
Semana Santa
La Semana Santa se celebró en Granada probablemente desde la Reconquista, aunque los datos disponibles son del XVI. En 1573 se prohibieron las cofradías de disciplinantes que volvieron a ser autorizadas en 1611. Muchas cofradías nacen hacia 1830 ya que las existentes en siglos anteriores se habían ido disolviendo principalmente a finales del siglo XVIII. A partir de 1926 con el cardenal arzobispo Casanova es cuando tiene el verdadero resurgir que llega hasta nuestros días. La procesión llamada popularmente de los Gitanos, fundada en 1939 por un grupo de devotos del Cristo que deciden constituir de forma oficial una cofradía. El 14 de mayo de 1939, el abad D. José Jiménez Casquet, bendice la hermandad con el nombre de Cofradía del Cristo del Consuelo. Durante los años 1969 a 1977, fecha que ejerce de hermano mayor D. José González Valenzuela, se consigue procesionar junto al Cristo una virgen de palio con el nombre de María Santísima del Sacromonte.