Antonio Caba Pozo, mártir de Lanjarón, que será beatificado en la Catedral el 26 de febrero, junto a otros 15 compañeros mártires de la persecución religiosa en España en el siglo XX.
El sacerdote José María Polo Rejón quiso proteger al sacristán de su parroquia cuando comenzó a recrudecerse la persecución religiosa en Granada. Murió en Arenas del Rey, queriendo quedarse al lado de los suyos.
Miguel Romero Rojas, sacerdote y mártir de Coín, será beatificado en Granada el 26 de febrero junto a otros compañeros mártires de la persecución religiosa en España en el siglo XX en España.
El Siervo de Dios Miguel Romero Rojas es el más joven del grupo de 16 mártires que serán beatificados el próximo 26 de febrero en la Catedral. Su sobrino, D. Miguel Cuadros Romero, nos comparte la huella que dejó este sacerdote de 24 años en su familia y en aquellos que le conocieron hasta su martirio el 11 de agosto de 1936.
Desde la cárcel y a sus 61 años, el mártir alhameño José Becerra dio su vida por un joven muchacho, que iba a ser caprichosamente asesinado por sus captores. Años después, este chico lloraba emocionado por aquel sacerdote al que no conocía pero que quiso dar la vida por él.
“Que Dios os perdone, yo también os perdono. Cúmplase la voluntad del Eterno” fueron las últimas palabras del Siervo de Dios Pedro Ruiz de Valdivia, mártir de Alhama de Granada, que fue fusilado el 30 de julio de 1936 junto a otro grupo de personas a las que dio la absolución y ánimos antes de recibir el martirio.
Juan Bazaga Palacios, mártir de La Herradura, será beatificado junto a otros 15 compañeros mártires de la persecución religiosa en España en el siglo XX, que tendrá lugar en la S.I Catedral el 26 de febrero, a las 11 horas.
José Frías Ruiz, mártir de Alhama de Granada, fue un hombre considerado con su familia. Dos de sus familiares recuerdan cómo era su carácter y el trato cariñoso que dispensaba con uno de sus sobrinos, con el que era especialmente cercano. Fue asesinado junto con su padre, que intentó dar la vida a cambio de la de su hijo sacerdote.
El futuro beato D. José Rescalvo fue párroco de Castell de Ferro y Calahonda, pasando también por Pampaneira, Trevélez, Cástaras hasta que en 1924 llegó a su último destino en la parroquia de Santa Ana en Cádiar, donde los fieles esperan “con ilusión” la celebración de su beatificación.
Josefina Rescalvo es sobrina del Siervo de Dios José Rescalvo Ruíz, martirizado cuando ella tenía un año de edad. En su familia el recuerdo de su bondad y cercanía permanece, se lo transmitieron sus tías Lola y Celia, hermanas del mártir, que presenciaron su asesinato la noche del 29 de septiembre de 1939 en el cortijo familiar en Lobras.
