El 27 de noviembre se celebra la festividad de san Virgilio, obispo de Salisburgo.
Virgilio, nacido en Irlanda en el 700 aproximadamente, fue nombrado obispo gracias a la influencia del rey de los Francos Pipino el Breve. Su tarea fue doble: religiosa y política. Por un lado se dedicó a evangelizar y por otro lado intentó pacificar el recién conquistado Ducado de Baviera. En su tierra natal, Virgilio había adquirido experiencia como monje hasta alcanzar el cargo de abad en un importante monasterio. Pasó la mayor parte de su vida episcopal en Carincia, en Salzburgo. Murió en Salisburgo, el 27 de noviembre de 784.