El 30 de julio se celebra la festividad de san Pedro crisólogo, obispo de Ravena y doctor de la Iglesia.
En Ravena, que desde los inicios del Siglo V es capital del Imperio romano de Occidente, el obispo Pedro es un hombre de paz. Los 180 sermones que llegaron hasta nuestros días hablan de su fe. Fascina a Papas y a reinantes con “palabras de oro”, de donde se desprende su apelativo “crisólogo”.