El 16 de diciembre se celebra la festividad de San David, rey y profeta.
Dios lo eligió como rey de Israel ( siglo X a. C.) mientras pastorea las ovejas, siendo el más pequeño de los hijos de Jesé: Dios no mira la apariencia sino el corazón del hombre. Guerrero y poeta, fue un gran pecador pero reconoció sus culpas y pidió perdón. De su estirpe nace Jesús.