Fecha de publicación: 18 de diciembre de 2019

Ante la situación de absoluto colapso y necesidad generalizada que está viviendo Venezuela, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha decidido lanzar una Campaña de Emergencia para socorrer al país. Esta campaña responde a la solicitud realizada por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) a través del cardenal Baltazar Porras.

Al menos el 15% de la población ha huido del país, unos 4,5 millones de personas, el 30% de los niños sufren problemas de desnutrición, el 60% de las familias en Venezuela busca alimento en la calle. Estos son algunos de los indicadores que retratan la pobreza y carestía que está sufriendo la población.

Hambre, apagones de luz, falta de agua potable… los venezolanos están sufriendo una crisis humanitaria sin precedentes. Y ante esta situación, la Iglesia local está desbordada atendiendo y sirviendo a los más necesitados.

La Iglesia en Venezuela sufre como todo el pueblo y, a la vez, se ha convertido en el referente más reconocido. Su labor caritativa y asistencial ha crecido exponencialmente. Las parroquias se han convertido en centros de salud, comedores y farmacias donde se reparten medicamentos. Con el ahondamiento de la crisis, las llamadas a las puertas de las iglesias para pedir ayuda se han disparado.

En esta Campaña de Emergencia de Ayuda a la Iglesia Necesitada se quiere recaudar fondos para seguir apoyando a los comedores sociales que dependen de la Iglesia. Muchísimas parroquias en Venezuela dan de comer a cientos de personas a diario.

También apoyamos proyectos de construcción de pozos de agua potable para colegios e instituciones de la iglesia, así como generadores eléctricos ante los continuos cortes de electricidad que sufre el país.

Ayuda a la Iglesia Necesitada es consciente de que siempre que se apoya a un sacerdote o a una religiosa, también sostiene a toda su comunidad.

Por ello, queremos dar ayuda de subsistencia a más de 1.285 sacerdotes de prácticamente todas las diócesis de Venezuela a través de los donativos por estipendios de misas, así como a las religiosas de las numerosas congregaciones que han decidido quedarse en el país para ayudar en todo lo posible.

Otras de las necesidades imperiosas que solicitan las comunidades locales es ayuda para el mantenimiento y reparación de los coches. No hay vehículos nuevos y el precio de los recambios es muy elevado. Los sacerdotes quieren seguir llevando esperanza en las pequeñas aldeas y atender a los enfermos.

La formación de seminaristas y laicos comprometidos a través de escuela de líderes, así como la distribución de Biblias son otras de las necesidades que solicitan ayuda los obispos venezolanos.