En esta Ruta se invitaba a vivir un momento nuevo en el matrimonio, en un ambiente diferente y con dinámicas que pudieran enriquecer. Con ella se propició una experiencia de reflexión personal, de conversación en pareja y también momentos lúdicos.
La importancia de la misma se basó en la comunicación de ambos cónyuges, intentando mantener un espacio de intimidad y en un ambiente de sinceridad dentro del diálogo.
Más de 50 matrimonios participaron en esta iniciativa. Siempre desde una mirada agradecida, se fue haciendo un recorrido por las diferentes etapas que pasa un matrimonio, así como reconocer los momentos de dificultad, el perdón, la corrección fraterna, el ser agradecido con el otro….
Los matrimonios participantes se dividieron en tres grupos y todos partieron desde la Iglesia de San Ildefonso, donde se emplazó a caminar hasta la primera parada en la Puerta Elvira, posteriormente pasando por diferentes etapas como el carril de la Lona, Plaza Larga, San Miguel Bajo, el Huerto de Carlos, y finalizando la misma en el Convento de Santa Isabel la Real donde pudimos hacer un momento de oración y presentar las peticiones de los matrimonios ante la imagen de la Inmaculada.
Se terminó con la oración por los matrimonios del Papa Francisco y con una bendición a los allí presentes.
A lo largo del recorrido fueron varios los símbolos que se fueron entregando: una mochila como símbolo del proyecto común que iniciaron en su matrimonio. Caramelos con el significado de momentos dulces, ácidos,… que atraviesa el matrimonio. Un ramito de romero como símbolo de la sanación del perdón. Unos trozos de madera y una cuerda con la que ensamblar una cruz como símbolo de amor en el matrimonio. Una bolsita de té de limón, que puede parecer insignificante pero que si se pone el agua caliente y se deja en reposo, se convierte en una bebida reconfortante para tomar en buena compañía, símbolo de la necesidad de parar y dedicarse tiempo.
Agradecemos especialmente a la Comunidad de Hermanas Clarisas por su acogida.
Delegación de Pastoral Familiar