Esta comunidad del monasterio de Nuestra Señora de la Encarnación celebra 500 años de su fundación y por ello la Santa Sede les ha concedido un Año Jubilar, que comenzó el 26 de mayo y concluirá el 15 de junio de 2025, ambas Solemnidades de la Santísima Trinidad.
Coincidiendo con la Solemnidad de la Santísima Trinidad y Jornada pro orantibus de oración por la vida contemplativa, el 26 de mayo, comenzaba el Año Jubilar que la Santa Sede ha concedido al monasterio de Nuestra Señora de la Encarnación en Granada por el V centenario de la fundación de su comunidad de monjas clarisas franciscanas.
La Eucaristía fue presidida por el arzobispo Mons. José María Gil Tamayo en la iglesia del propio monasterio, concelebrada por algunos sacerdotes del clero diocesano y vinculados a la comunidad de monjas, así como numerosos fieles que se unieron a esta celebración festiva. Entre ellos, familiares y amigos procedentes de India y Kenia de donde son originarias algunas de sus monjas.
También, les acompañaron hermanas procedentes de otras órdenes religiosas y de otros monasterios de la orden de clarisas franciscanas, como las llegadas de Marchena (Sevilla), para acompañar a sus hermanas granadinas en este día festivo. Los cantos durante la celebración fueron amenizados por la Coral Virgen de las Angustias.
AÑO JUBILAR
El Año Jubilar es un año de gracia para obtener indulgencias plenarias, cumpliendo con las disposiciones establecidas por la Iglesia de confesión sacramental de los pecados, comunión tras participar en la Santa Misa y ofrecer una oración por las intenciones del Papa. El mismo 26 de mayo con el que se iniciaba el Año Jubilar fue un día para obtener la indulgencia, que se prolongará hasta el 15 de junio 2025, día en que también se celebrará la Solemnidad de la Santísima Trinidad.
DÍAS JUBILARES
Se han establecido distintos días jubilares, que ofrecemos a continuación.
La Eucaristía entre los días 9 y 11 de agosto, con el triduo a Santa Clara, fundadora de la Orden; el 10 de agosto, en la vigilia y rezo del Tránsito de Santa Clara al Cielo; la Eucaristía del 17 de septiembre, fiesta de la Impresión de las llagas a san Francisco de Asís; del 2 al 4 de octubre, en la Eucaristía del triduo a san Francisco de Asís; el 3 de octubre en la vigilia y rezo del Tránsito de san Francisco de Asís al Cielo; Eucaristía del 23 de octubre, día en que se conmemora la Bula fundacional de esta comunidad; el 24 de noviembre, en la Eucaristía que conmemora los fieles difuntos de la familia franciscana; el 8 de diciembre, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción; 25 de diciembre, Natividad del Señor; 3 de enero, festividad del Dulce Nombre de Jesús, devoción muy vinculada a la Orden franciscana; el 23 de febrero, en la Eucaristía de recuerdo de la Entrada de la comunidad en el edificio actual; 25 de marzo, festividad de Nuestra Señora de la Encarnación, titular de este monasterio; y todos los domingos y fiestas de guardar durante este Año Jubilar, así como los días de exposición y adoración al Santísimo, hasta el 15 de junio cuando se clausura dicho Año.
AGRADECIMIENTO Y ORACIÓN
En sus palabras durante la homilía, Mons. José María Gil Tamayo invitó a los fieles a “recuperar el sentido de Dios”. “Es lo que testimonian estas hermanas y, como arzobispo, les doy gracias por su presencia, por su estar ahí, por su sacrificio, por su fraternidad, por su oración constante por nuestro pueblo”, señaló. “Pero la oración de estas hermanas de la vida contemplativa no nos ahorrará esa dimensión fundamental cuando hay fe: la de ser orantes, también nosotros, y glorificar con nuestra propia vida, con nuestra oración constante, ‘orar siempre sin desfallecer’, como nos dice Jesús en el Evangelio”, expresó el arzobispo de Granada en esta Eucaristía de inicio del Año Jubilar.
Asimismo, y especialmente en este día de la Jornada pro orantibus y con la comunidad de hermanas religiosas, el arzobispo pidió a los fieles y hermanas que oren por las vocaciones a la vida contemplativa, consagrada y al sacerdocio.
Por su parte, las hermanas del monasterio de Nuestra Señora de la Encarnación dieron “gracias a Dios por el don de este monasterio que ha sido un lugar de oración, fraternidad y comunión durante cinco siglos. Un agradecimiento a todas las hermanas que han vivido y servido aquí a lo largo de los años”. “Que esta Eucaristía nos haya renovado en el compromiso de seguir el camino de Cristo, con humildad y entrega, siguiendo el ejemplo de san Francisco y santa Clara, y de aquellas valientes fundadoras de este venerable monasterio”, señalaron ante la comunidad de fieles congregada.
Tras la Santa Misa se descubrió una placa conmemorativa de este Año Jubilar y se compartió un ágape fraterno preparado por las monjas.