Cuántas veces, Señor, tengo que perdonar a mi hermano, ¿hasta siete veces? Y Tú respondiste a Pedro: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Es decir, sin límite, sin fin.
Tú, Señor, caíste tres veces. Las tres te levantaste. Tenías que llegar al final. Tenías que llegar a la cruz. Si “para eso he venido”, si “ésta es mi hora”: para mostrarnos tu amor sin límites. Y que por muchas veces que caigamos siempre podremos levantarnos, siempre podremos mirar tu Rostro y decir como Pedro también: “Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero”. Somos pobres, frágiles, pero Tú sabes que te quiero.
Padrenuestro
Que estás en el Cielo
Santificado sea tu Nombre
Venga a nosotros tu Reina
Hágase tu Voluntad
En la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas
Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
Y líbranos del mal.
Amén.
+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada
1 de abril de 2015
Plaza de las Pasiegas