Evangelio:
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
Oración:
Señor, Jesús, esta tarde hemos contemplado el gran misterio del amor de Dios al mundo. Nos decía el Papa en el Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro en el año 2013 que en la cruz de Cristo está todo el amor de Dios, está su infinita misericordia. La cruz es el signo que nos recuerda permanente el amor inmenso de Dios a cada una de las personas. La cruz es el signo de la entrega total. Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único. En la cruz se manifiesta una desmesura que nos recuerda el amor generoso de Dios, la sobreabundancia de su amor. Dios se ofrece generosamente a sí mismo por nuestra salvación.
Señor, hoy hemos aprendido lo que es amar y que la medida del amor es amar sin medida. Hemos aprendido que la vida tiene pleno sentido si se entrega sin reservas al servicio de los hermanos.
Señor, hoy Tú nos invitas a dejarnos contagiar por este amor y nos enseñas a mirar a todas las personas con misericordia y compasión. Nos pides que hagamos de nuestra vida una ofrenda a nuestros hermanos, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad de ayuda, a quien espera una palabra de afecto o un gesto de cariño, a salir de nosotros mismos para ir a su encuentro y tenderles una mano fraterna.
Señor, enséñanos a amar como Tú nos amas.
Padre Nuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Antonio Muñoz Osorio
Canónigo del Cabildo de la Catedral
