En su Basílica, tras su regreso de la peregrinación a la Aldea del Rocío, con motivo de Pentecostés.
El pasado día 23, jueves, de mayo de 2024, dentro de los actos que se han celebrando en la Semana Mariológica 2024, tuvo lugar la entrega de la Medalla de Oro del Rocío a la Stma. Virgen de las Angustias de Granada en su Basílica.
Después de la celebración de la Eucaristía de las ocho de la tarde, sobre las ocho y media, la Hermandad de Gloria del Rocío, presidida por su Hermano Mayor D. Alfredo Alcalde, acompañado de su Junta de Gobierno y numerosos hermanos con el Consiliario de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Granada, D. José Gabriel Martín Rodríguez, fue recibida por el Hermano Mayor de la Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de las Angustias, Patrona de Granada y su Archidiócesis, D. Antonio González, acompañado por miembros de su Junta de Gobierno y el Estandarte de la Hermandad, en la puerta principal de la Basílica. A continuación entraron todos por el pasillo central del templo, al son de una canción dedicada a la Virgen, interpretada por el Coro Rociero de la Hermandad y depositando un bonito ramo de flores delante del altar mayor
El Hermano Mayor, D. Antonio González, les dio la bienvenida, a los pies de la Virgen, en el altar mayor, a todos los hermanos, después de haber realizado el Camino al Rocío. D. José Gabriel Martín, por su parte, dio gracias a la Virgen por esta peregrinación, que ha sido abundante en frutos espirituales, insistiendo en que la alegría y el disfrute espiritual de este camino al Rocío dure todo el año. El Hermano Mayor del Rocío, D. Alfredo Alcalde, manifestó su alegría de poder entregar esta tarde la Medalla de Oro de la Hermandad del Rocío, que ha hecho el Camino junto al “Simpecado Concebida” a la Virgen de las Angustias. Se entregó la Medalla de Oro al Hermano Mayor D. Antonio González, que la recibió con mucho orgullo, regocijo y agradecimiento.
El Acto terminó con otra canción, por el Coro de la Hermandad del Rocío, que fue seguida por todos los asistentes, que llenaban la nave central, con mucha devoción y emoción. Los vítores a las dos advocaciones de la Santísima Virgen, con aplausos interminables, pusieron el broche final a esta entrañable celebración. Por último D. Miguel Teruel, Vicario Parroquial de la Basílica, impartió la bendición a todos los presentes.
Antonio Joaquín Mezcua Roelas