Caminar juntos en oración e intercesión por la dignidad de las personas es la idea central difundida en este año 2023 en conmemoración a la celebración de la Jornada Mundial de Oración contra la Trata de personas que la Iglesia celebra el 8 de febrero.

Un momento de oración y unión en contra de una de las mayores lacras de nuestra sociedad actual en el que miles de personas en diferentes países del mundo, especialmente en los más empobrecidos, son víctimas de la Trata y el tráfico de personas.

En nuestra diócesis de Granada la parroquia de Nuestra Señora del Carmen acogió esta jornada de oración y reflexión que tuvo lugar el pasado viernes, 10 de febrero, con la participación de Mons. Tamayo y la conducción de D. Manuel Velázquez, párroco del templo y Delegado diocesano de Migraciones. Asimismo también estuvo presente en la oración D. Elías Alcalde, Delegado diocesano de Misiones.

CRISTO HA VENIDO A LIBERARNOS

La vigilia tuvo varios momentos de reflexión, oración e intercesión en los que destacaron palabras como: caminos, cuidado, libertad, dignidad, inclusión y empoderamiento con la intercesión de Santa Josefina Bakhita, cuya imagen presidió el altar.

Nuestro Arzobispo dirigió también unas palabras a los presentes en las que reflexionó:

“Estamos ante una realidad en la que hemos de insistir permanentemente, no caer en la desesperanza. Nuestro mundo está sordo, solo escucha lo que quiere. No podemos silenciar el silencio de los necesitados y pobres. Necesitamos que Jesús nos abra los ojos y oídos. Tenemos que abrir los ojos del corazón para percatarnos de que hay personas invisibles para muchos pero no para el cristiano. Pidamos sensibilidad al Señor para ver estas situaciones”.

También añadió que: “La Trata es esclavitud, no es un trato humano, no es un teatro, es algo real. En este momento hay personas sufriendo que viven con sus derechos totalmente pisoteados, en burdeles, en chavolas, hacinados, en estos momentos hay hermanos con dignidad, seres humanos, hijos e hijas de Dios que viven muy lejos de nosotros víctimas de un mercado negro”.

Para concluir hubo un momento de oración y recuerdo por las víctimas y damnificados por el terremoto producido en Turquía y Siria con sus consecuentes daños humanos principalmente, y también materiales.

Finalmente la vigilia culminó con todos los presentes en círculo cogidos de las manos orando juntos el Padrenuestro por el fin de la dura realidad de la Trata de personas en el mundo.

María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social