Las celebraciones por este santo, patrono de las causas imposibles, comenzaron a mediodía con una Misa solemne a la que asistieron los primeros fieles, prosiguiendo a última hora de la tarde con otra celebración eucarística previa a la salida procesional. En ambas pudo verse una iglesia abarrotada.

Presidió la Eucaristía D. Francisco Javier Caballero Ávila, natural de Chimeneas y Provincial de los Redentoristas, concelebrando junto al párroco, D. Juan Javier Martín, y el párroco de Escúzar. Una banda musical y el coro rociero de Santa Fe animaron tanto la Misa como la procesión con el santo.

La solemnidad de la celebración y la presencia de tantos fieles de la comarca, daba cuenta de una devoción arraigada durante décadas, que aún permanece viva. Daban cuenta los numerosos ramos de rosas y claveles rojos que llenaron el retablo de la parroquia, un retablo histórico que perteneció al convento carmelitano ubicado en la plaza donde actualmente se halla el consistorio de Granada.

“He visto a muchas personas no habituales de la parroquia que tienen por tradición y por voto personal venir siempre a la fiesta de San Judas a presentar una ofrenda floral. Todo debido a alguna una gracia muy importante que aconteció en sus vidas. Desde entonces mantienen esa promesa”, nos cuenta D. Juan Javier Martín, en el mismo día en que además se despedía como párroco de Chimeneas.

Con toda la música, los cantos rocieros, las “petalás”, los fuegos artificiales y las ofrendas de flores al santo, toda la mancomunidad presentaba sus peticiones y agradecimiento al apóstol santo.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social