El corazón de la misión en la localidad de Bella Vista, situada en el departamento del Beni (Bolivia), sigue vivo pese a la distancia a la que obliga la pandemia. La misión que coordinan las Misioneras del Santísimo Sacramento junto a la fundación Ahoringa Vuelcapeta, se ha convertido este verano en una campaña solidaria de protección frente al Covid.

La fundación ha organizado una venta solidaria de mascarillas y geles hidroalcohólicos con su logotipo. Con ello quieren ayudar a proteger a los chicos que forman parte de su misión. Con la compra de cada mascarilla, la fundación tiene la posibilidad de comprar cuatro para las gentes de Bella Vista. No hay que olvidar que la región de Sudamérica se ha convertido en el nuevo epicentro de expansión del virus, que asola especialmente a las zonas más pobres de Latinoamérica.

“Hemos decidido hacer una misión desde casa y seguir trabajando para afrontar esta situación, y la verdad es que está dando muy buen resultado”, dice el responsable de la Pastoral Universitaria, D. José Antonio Villena. Para colaborar en esta campaña o solicitar información, la fundación ha puesto a disposición el número WhatsApp 633245812.

VUELCAPETA.ORG
Nacida en 2007, esta fundación surge de la experiencia misionera vivida por los jóvenes universitarios cristianos granadinos, que se lanzaron a la aventura en compañía de las Misioneras del Santísimo Sacramento. Desde entonces, cada dos años llevan a cabo un proyecto de misión destinado al apadrinamiento de jóvenes para que puedan cursar sus estudios universitarios y la atención a las familias más pobres de la zona del Beni.

Durante la primera semana de agosto, la fundación abrirá su propia página web www.vuelcapeta.org . En ella se pretende dar a conocer mejor esta aventura que comenzó hace más de una década en la selva boliviana, así como coordinar la ayuda misionera que va de la mano de las misioneras riquelminas de Bolivia.

Una misión sigue viva en el corazón de muchos jóvenes como Elena Leal, estudiante de Educación Primaria y miembro de la Pastoral Universitaria de Granada, que tenía pensado ir este verano a participar de la experiencia. “Me movió el testimonio de varios jóvenes que habían estado allí. Este año que además fue la beatificación de María Emilia, el hecho de que viniera el grupo de Bolivia aquí y nos trataran como hermanos, a mí personalmente me removió mucho. Ese sentimiento de ‘no te conozco pero somos como hermanos, porque estamos en la Iglesia’, fue la gota que colmó el vaso”.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada