La “Shoah” no debe ser olvidada (texto íntegro)
El 27 de enero de 1945 más de 7.000 prisioneros fueron liberados del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Junto al pueblo judío, queremos hacer hoy memoria de tantos hermanos nuestros que fueron exterminados y afirmar una vez más que la Shoah no debe ser olvidada. Así lo afirma el Papa Francisco en su encíclica Fratelli tutti; «Es el símbolo de hasta dónde puede llegar la maldad del hombre cuando, alimentada por falsas ideologías, se olvida de la dignidad fundamental de la persona, que merece respeto absoluto independientemente del pueblo al que pertenezca o la religión que profese» (Fratelli tutti, 247).
La humanidad y especialmente las nuevas generaciones no pueden perder la memoria de las persecuciones o las matanzas étnicas acontecidas en tantos países, que nos avergüenzan. Sin ella no se puede construir un futuro más justo y más fraterno. «Nunca se avanza sin memoria, no se evoluciona sin una memoria íntegra y luminosa» (Fratelli tutti, 249).
Uniéndonos al dolor de nuestros hermanos judíos, elevamos así nuestra plegaria: «Acuérdate de nosotros en tu misericordia. Danos la gracia de avergonzarnos de lo que, como hombres, hemos sido capaces de hacer, de avergonzarnos de esta máxima idolatría, de haber despreciado y destruido nuestra carne, esa carne que tú modelaste del barro, que tú vivificaste con tu aliento de vida. ¡Nunca más, Señor, nunca más!» (Fratelli tutti, 247).
Madrid, 27 de enero de 2022
Subcomisión Episcopal para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso