Un nutrido grupo de miembros y mandos de la Policía Nacional se presentaron puntualmente a las 10:30 horas en el Monasterio de San Jerónimo para celebrar la Eucaristía en el día de sus patronos.

La Eucaristía, que contó entre otros con la presencia del jefe superior de Policía de Granada, Jesús Redondo, estuvo oficiada por el Arzobispo de Granada, quien quiso exaltar la importante labor de los miembros de esta profesión encargada tanto de “proteger el bien” como de “lidiar con el mal”.

Dirigiéndose a los presentes, D. Javier Martínez quiso pedir por la vida y la familia de los policías nacionales de Granada, que también han de enfrentar “muchas preocupaciones y mucha ansiedad cuando vosotros estáis de misión”, además de recordar el valor que supone la fe para la profesión policial: “si uno es capaz de dar la vida por otros uno está en la misma dirección y en la misma orientación de Dios”.

CUSTODIOS DE LA LEY, CUSTODIOS DE LA SOCIEDAD

Al igual que los Santos Ángeles Custodios son los encargados de velar por cada persona, los policías están encargados de custodiar a la sociedad y a la ley que lo ampara.

“Vuestra presencia, vuestros uniformes, cuidan de la sociedad”, dijo el Arzobispo, “no en el sentido de que asusten a la gente sino que dan tranquilidad a otra mucha gente, y que entendáis vuestra vocación como una vocación de custodia, de custodia del bien, del amor, de la fraternidad, de una convivencia sana y limpia, a mí me parece que es muy bello, sin olvidar que ese es el trasfondo que sostiene también la misión de proteger, cuidar y custodiar el cumplimiento de la ley”.

En este cuidado de las personas, la misión del sacerdote casi se equipara a la sacerdotal que también debe, en el corazón de su vocación, de cuidar a la sociedad.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada