El curso 2019-2020 comenzará así con una convivencia de inicio que tendrá lugar en fechas distintas a determinar en función de cada arciprestazgo. Una convivencia que tratará de recordar la importancia de la misión del catequista como discípulo y testigo de la fe que está llamado a enseñar.
Siguiendo también una dinámica formativa de otros años, se llevarán a cabo una serie de 6 módulos formativos que se llevarán a cabo un sábado al mes. Estos pequeños módulos de formación tratarán de ayudar a que los catequistas profundicen en el conocimiento de la fe de la Iglesia y en la “identidad, misión y vocación del catequista”. Al mismo tiempo, se tratará de ver cómo pueden ayudar las nuevas tecnologías como recursos a la nueva evangelización a las que está llamada a la Iglesia a la hora de comunicar su mensaje.
El Delegado Diocesano de Catequesis de Granada, D. Antonio Jesús Pérez Martínez, habla de dos objetivos claros a conseguir de cara al curso que viene. Por un lado se trata de “crear conciencia de que el catequista es una figura muy importante, pues consideramos su tarea como un quehacer más mientras que la Iglesia está fallando en la transmisión de la fe”, apunta.
En segundo lugar, importa también ayudar a que el catequista no se conciba solo pues “hay que darse cuenta de que no estamos solos y de que realizamos nuestra misión por, en y para la Iglesia”, concluye. Se pretende por tanto en este cuidado hacia que los catequistas esté implicada toda la comunidad parroquial.
A estos ciclos formativos se les añadirán también unos ejercicios espirituales que serán llevados a cabo durante un fin de semana durante tiempo de Cuaresma.
Además de todo ello, la Delegación de Catequesis iniciará un programa especial de acompañamiento para los padres que solicitan el bautismo, de modo que la Iglesia de Granada sepa responder al posible alejamiento de algunos padres de la vida de la Iglesia.
Ignacio Álvarez O’Dogherty
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada