Fecha de publicación: 13 de febrero de 2016

El Arzobispado de Granada propone a los fieles la colaboración en la construcción de un pozo en Camerún, a través de Manos Unidas, que celebra este fin de semana su Campaña anual contra el hambre, este año con el lema “Plántale cara al hambre: siembra”.

Se trata de la obra de misericordia -“Dar de beber al sediento”- que se propone practicar en comunión toda la Archidiócesis, siguiendo así el calendario propuesto para nuestra Iglesia diocesana por el que las obras de misericordia espiritual y corporal están distribuidas en los meses del año, para ser practicadas y tomar conciencia de ellas.

POZO EN CAMERÚN
El proyecto para la construcción del pozo se sitúa en la población de Sangmelima, en un departamento que se encuentra al sur de Camerún, en una zona boscosa debido a las abundantes lluvias que está siendo menguada debido a las invasivas plantaciones.

Los beneficiarios del proyecto son los habitantes de la parroquia de Saint Luc de Bissona, predominantemente mujeres, muchas de ellas madres precoces, agobiadas por las cargas familiares, agrícolas y que, además, tienen el problema de la búsqueda de agua.

La solución al problema del abastecimiento de agua consiste en la perforación de un pozo de unos 15 kilómetros de profundidad y 1,20 metros de anchura provisto de una bomba manual. De esta forma, el agua fresca estará disponible todos los días a todos los habitantes del barrio.

Con este proyecto se espera, además, que se reduzcan las enfermedades derivadas del agua en mal estado y evitar así los costes asociados a la atención médica por las enfermedades ocasionadas por esta agua insalubre, ya que el Estado no atiende este tipo de enfermedades.

Quienes deseen colaborar, pueden hacerlo en las colectas del domingo en las Eucaristías que se celebra en las parroquias de la Archidiócesis o bien a través de Manos Unidas Granada, ubicada en Plaza del Campillo.

En los meses de diciembre y enero se propuso “Dar de comer al hambriento”, como obra de misericordia corporal, y “Enseñar al que no sabe”, como obra de misericordia espiritual.

En febrero, las obras de misericordia corporal y espiritual son “Dar de beber al sediento” y “Dar buen consejo al que lo necesita”, respectivamente.