El 18 de septiembre.
Ayer se celebró una eucaristía en el Monasterio de la Cartuja con motivo del inicio de curso de la Facultad de Teología de Granada. La celebración estuvo presidida por Mons. José María Gil Tamayo, acompañado del obispo de Jaén, Mons. Sebastián Chico y algunos sacerdotes de nuestra diócesis.
Nuestro arzobispo, en su homilía, manifestó su alegría por poder acompañar a la facultad en su inicio de curso. Dio las gracias a la compañía de Jesús, la facultad y profesores por su perseverancia en conservar la facultad de Teología, y les incitó a continuar su buena labor, porque “necesitamos el aporte de quienes reflexionen y piensan sobre el dato revelado”, el Evangelio. Continuó diciendo que “la teología no es una ciencia fría, (…) exige dimensión contemplativa y de humildad”, no puede ser una ciencia alejada del mundo, sino que está unida a la persona y debe servirle como guía.
Les invitó a tener un diálogo abierto con las ciencias humanas, con los saberes de cada época, tener una sinergia con el mundo, para descubrir qué pueden recibir y qué pueden aportar. En definitiva, les expuso que tienen que ser fermento en la sociedad.
A continuación, el acto oficial tuvo lugar en el salón de actos de la facultad de Teología, donde Mons. Gil Tamayo, el decano de la facultad y el rector de la Universidad Loyola dieron la bienvenida al nuevo curso, agradecieron a los miembros de la facultad y alumnos por hacer posible su funcionamiento y los animó a seguir creciendo juntos.
Al final del encuentro, todos los presentes compartieron un ágape.