Los horquilleros y camareras de la Hermandad formaron el grueso de este cortejo que acompañó a Nuestra Señora a lo largo de todo el recorrido, repartiendo estampitas a todo aquel que lo pedía.
Venidos de todos los rincones de la diócesis, fueron decenas de miles los granadinos que asistieron a esta esperada procesión, en la que se escucharon de nuevo los cantos a la Virgen o donde volvieron a verse gestos como el poner bajo el manto a niños recién nacidos.