Hace 5 años que María del Padre Almagro, natural de Ciudad Real, falleció en Cádiz a los 85 años después de una vida dedicada a la infancia más desfavorecida mediante la creación de hogares para acoger a niños y familias, especialmente madres con sus hijos, en situación de vulnerabilidad.
En conmemoración de esta importante fecha para el Hogar de Nazaret, se celebró una Eucaristía en su memoria en la parroquia de la Encarnación de Albolote en la tarde del sábado, 4 de marzo, con la participación de los miembros de la comunidad y la presencia de nuestro Arzobispo, D. José María, que presidió la Misa.
Este carisma de vida laica consagrada está presente en nuestra diócesis de Granada desde 1978, concretamente en Albolote donde actualmente se atiende a 12 menores y a sus familias, sobretodo a sus madres.
“De nuestra fundadora destacaba la humildad, la alegría, y el hacer cosas grandes desde el silencio. Realizó un camino de santidad que nos parece necesario compartir para que otros puedan seguir su legado”, asegura Consuelo Csanady, Directora General de la Familia Hogares, sobre las virtudes más destacadas de María del Prado de la que se ha solicitado la apertura de la Causa de Beatificación.
UN HOGAR COMO NAZARET
Durante su homilía Mons. Gil Tamayo se refirió a María del Prado como instrumento del Señor para abrir un camino en la Iglesia con la propuesta de un carisma que tiene el sentido de familia del Hogar de Nazaret como propuesta especialmente para los jóvenes.
“Jóvenes acogidos, pero también para los matrimonios, para la vida consagrada y para los sacerdotes. Ese espíritu se ha encarnado y se hace vida en una mujer sencilla de Ciudad Real, de un pueblo de Ciudad Real. Una mujer que se deja llevar por el consejo oportuno, el discernimiento y la ayuda espiritual de sacerdotes, santos y sabios”, señaló.
UNA VIDA DEDICADA A LA INFANCIA DESFAVORECIDA
María del Prado nació en Miguelturra (Ciudad Real), el 17 de noviembre de 1932. Tras 20 años de apostolado por toda España inicia en Málaga y Córdoba la acogida de menores, y el 3 de junio de 1978 es reconocida esta Obra por la Iglesia de Córdoba, con el nombre de Hogar de Nazaret. Mª del Prado, junto con 8 compañeras más, se consagraron en la Iglesia de la Encarnación de Córdoba el 8 de diciembre del mismo año.
Hoy esta Obra está presente en varias diócesis de España, en Ecuador, Perú y República Dominicana y está compuesta por consagradas, consagrados, sacerdotes y laicos procedentes de los movimientos de matrimonios, madres, padres y jóvenes de Hogar de Nazaret.
María del Prado vivía desde hace 30 años en el Hogar de Chiclana de la Frontera, y desde aquí visitaba el resto de Hogares de España y de Ecuador.
Por su avanzada edad, permanecía estable en Chiclana donde falleció hace 5 años. Su Misa funeral tuvo lugar en Córdoba en la San juan y Todos los Santos (La Trinidad).
María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social