Presidida por Mons. José María Gil Tamayo.
El pueblo de Castell de Ferro se unió ayer a la celebración de Nuestra Señora del Carmen con una Eucaristía presidida por Mons. José María Gil Tamayo, acompañado de 10 sacerdotes y un diácono.
La ofrenda floral se realizó el pasado martes, a la que acudieron muchos feligreses del pueblo y otras localidades para realizar sus ofrendas y rezar por sus seres queridos.
En su homilía, nuestro arzobispo hizo hincapié en la piedad de la Virgen, cómo María siempre camino en nuestra vida, nos busca y nos espera porque nos quiere como hijos. Señaló que en cada celebración en su honor manifestamos nuestro amor y que ella lo hace cada día por nosotros. Animó a los presentes a no perder ese amor y cariño por María y a transmitirlo en las familias.
Mons. Gil Tamayo finalizó hablando de Nuestra Señora del Carmen como patrona de los marineros e invitó a todos a ver al prójimo como a un hermano, a convivir y dejar de lado las rivalidades y las diferencias, para incluir a las personas en nuestras vidas.
