“Un nuevo renacer nos espera y nuestra Semana Santa nos llama a voz en grito”. El público del teatro Isabel la Católica escuchó estas palabras de la pregonera Emilia Cayuela, con las que anunciaba un esperado regreso, como es el de los pasos de Semana Santa al espacio público granadino.
Testigo invidente durante más de quince años como narradora radiofónica de la Semana Grande, Cayuela quiso atravesar con sus palabras la soledad vivida durante los últimos dos años de pandemia para anunciar una nueva primavera cofrade.
En presencia del Vicario General, D. Francisco Espigares, del presidente de la Real Federación, Jesús Muros, así como del alcalde y demás representantes de las autoridades civiles y militares, se esperaba “un pregón que sale directo al corazón y que del corazón parte” como dijo el presentador José Luis Ramírez. Un pregón que ha sido homenaje a los profesionales del periodismo y en el que esta granadina de adopción quiso compartir su experiencia como narradora, de domingo a domingo, de la Semana Mayor.
Comenzando a oscuras y con el pitido de la señal horaria de la radio, la pregonera recordó los tiempos difíciles vividos en los dos últimos años, anunciando al mismo tiempo el feliz resurgir de la Semana Santa. “¡Que soledad y distancia llevamos en nuestros corazones!, pero hermanos, cofrades, nuestra Pascua está cerca”, exclamó.
Acompañada por la talla del pequeño Zaqueo de Israel Cornejo, que forma parte del paso de la Borriquilla de Padul, Cayuela anuncio con alegría la buena noticia del Dios que volverá a llamar desde la calle a todos los granadinos para sentarse con ellos. “Que preparen las calles, que Él viene a su manera, entre verdes y tumultos, la esperanza hecha belleza. La paz para nuestras guerras. La caridad es su fuerza, la humildad su estandarte, misericordia como maestra…”.
Cada sagrado rincón de Granada fue evocado en este pregón de los cinco sentidos. Cayuela describió el paso de cada una de las hermandades por la carrera oficial, coloreando imágenes, detallando los aromas y sabores, así como todos los sonidos que acompañan la marcha de las estaciones de penitencia por la ciudad. Sonidos emblemáticos como los de la de una saeta, interpretada en directo por Iván Centenillo, o los de la Hora Nona del Viernes Santo, que pudo escucharse con el arte de Cayuela haciendo estremecerse al auditorio.
“Este pregón es mi experiencia de fe, de un tiempo vivido sin ver, ni oler, ni tocar, pero sentido de veras. Fui los oídos de mi gente, de vosotros, de vosotras, que me mostrasteis cómo es la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo en nuestra ciudad”, concluyó la periodista, representando a todos esos fieles que han vivido la Semana Santa durante los últimos dos años de pandemia.
Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
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