Artículo del Cabildo del Sacro Monte sobre la colocación de una placa de acero en la entrada del Horno de San Cecilio.

 

 

 

 

 

 

 

Siempre ha habido testigos de la santidad en toda la historia de la Iglesia, algunos muy lejanos en la frescura de los orígenes, otros más cercanos. La Abadía del Sacro Monte es rica en su historia de santidad. En ella se custodia la memoria de San Cecilio, una de las siete antorchas enviadas a Hispania para alejar la oscuridad de una negra noche, pero también la de otros bienaventurados ligados a la acción sobrenatural de Dios en la vida de nuestra Iglesia diocesana.

Con el fin de avivar el testimonio de fe y estima hacia los Santos Mártires Ilipulitanos recientemente se ha colocado en la entrada del Horno de San Cecilio una espléndida placa de acero con la transcripción y traducción del texto latino que se encuentra bajo el tímpano del pórtico.

La traducción se debe al catedrático Don Jesús María Morata, académico de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera. El texto dice así: “Sagradas Cuevas en las que vieron, errantes por estos Montes, unos Santos de los que el mundo no era digno, y que alcanzaron el martirio por el fuego: San Cecilio, primer obispo de Granada, y el obispo San Tesifón, discípulos de Santiago Zebedeo, Apóstol de las Españas, sus discípulos y el mártir San Mesitón”.

Que el recuerdo de San Cecilio, patrón de Granada y su Archidiócesis, nos aliente a seguir manteniendo encendida la antorcha de la fe en las comunidades cristianas de nuestra Archidiócesis. “Combatieron bien su combate, corrieron hasta la meta y mantuvieron la fe” (Cf. 2Tim 4,7).

El Cabildo del Sacro Monte