El acto de clausura en nuestra diócesis de este Año Jubilar, convocado por el Papa Francisco el pasado 8 de diciembre con el lema: “Misericordiosos como el Padre”, se celebró ayer en la S.I. Catedral de Granada con una Eucaristía de acción de gracias por la misericordia recibida en este tiempo presidida por nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez. La clausura comenzó con la procesión de sacerdotes y seminaristas, acompañados por el Arzobispo, que bendijo y realizó la aspersión de agua bendita frente a la feligresía congregada ante la Puerta Santa en el exterior de la Catedral.
La procesión, junto a representantes de parroquias, miembros de vida consagrada, asociaciones eclesiales, instituciones de la Archidiócesis y la feligresía en general, accedió por última vez al interior de la Catedral cruzando juntos la Puerta Santa que más tarde, al final de la celebración, seria cerrada concluyendo este Año Santo en Granada, así como en todos los templos jubilares del mundo salvo en Roma, donde tendrá lugar en el Vaticano y con la presencia del Papa Francisco, el próximo día 20, Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
“El corazón de Dios continúa de puerta abiertas”
En su homilía, Mons. Javier Martínez destacó que el cierre de la Puerta Santa es un gesto simbólico que pone fin a un tiempo, e insistió en que la Iglesia de Granada sigue de puertas abiertas para acoger a todos: “ciertamente no se acaba la misericordia del Señor, el corazón de Dios está más abierto que esa puerta inmensa, está abierto y seguirá abierto siempre. Se acaba el Año jubilar, pero la puerta de Dios no se cierra, la misericordia de Dios no se cierra, las puertas de la Iglesia nunca deben estar cerradas, tenemos que vivir con los brazos abiertos para acoger a cualquier que se acerque a nosotros, incluso alguno que no se acerca, acercarnos nosotros. Que no se cierren nunca las puertas de nuestro corazón”, afirmó.
Al terminar la Eucaristía, los sacerdotes concelebrantes y seminaristas acompañaron a Mons. Javier Martínez hacia la Puerta Santa procediendo a su cierre, poniendo así fin en nuestra diócesis a este Año Santo.
Maria José Aguilar