En Pitres, La Taha, pueblo de Granada.
El pasado día 16, viernes, de agosto de 2024, tuvo lugar la celebración solemne de la Eucaristía en la Iglesia Parroquial de Pitres, con motivo de la Fiesta de San Roque, Patrón de Pitres -La Taha – Granada.
La Eucaristía fue presidida por D. Gonzalo Prados de Haro, Capellán Castrense en Madrid, que estuvo acompañado por D. Iván Brito Robles, Capellán Castrense en Madrid y por D. Rubén Ávila Arenas, Párroco de Pitres.
Las lecturas han sido leídas por personas del pueblo.
Gonzalo Prados empezó su homilía saludando a todos los presentes. Manifestó en primer lugar que siempre que tengamos una preocupación, una alegría o alguna petición que presentarle al Señor, vengamos a la Iglesia y postrándonos ante Jesucristo Crucificado, Imagen muy bien restaurada, cuya presentación se hizo el pasado día 14 de agosto, y ante San Roque, las pongamos en sus manos con mucha fe y esperanza, ya que Él es nuestro Redentor y San Roque nuestro Patrón, que siempre nos protegerá también. Después se centró en la parábola de los talentos del Evangelio, explicando, que el Señor nos los concede de forma gratuita, para que sepamos hacer uso de ellos, siendo generosos con los más necesitados, al igual que San Roque hizo en su vida, que renunció a las riquezas terrenales y dedicó su vida a ayudar a los pobres, los enfermos y los menesterosos, hasta caer enfermo, estando abandonado de todos. Terminó su homilía diciendo: “… Nos encomendamos al Señor, a la Santísima Virgen, que tanto nos quiere y a San Roque. Que así sea.”
La iglesia estuvo totalmente llena de fieles, hijos del pueblo, con sus familias, venidos de fuera con entusiasmo y mucha alegría para gozar de las fiestas patronales. Todos siguieron la celebración con una gran devoción espiritual. La Eucaristía terminó con el canto del Himno a San Roque en el que todos los asistentes participaron siguiendo al Coro Parroquial de Pitres, que ha contribuido a la solemnidad de esta celebración con sus voces muy afinadas, interpretando todas las canciones con mucha calidad musical e invitando al recogimiento espiritual de todas las personas asistentes. Al final de la Eucaristía se procedió a la bendición de las rosquillas de San Roque, que ya es una tradición, y que después se distribuyeron entre todas las personas que así lo desearon, faltando para algunas personas. Lo recaudado se destina para ayuda a la Parroquia.
Por la tarde, a la nueve, se iniciaba la procesión con la imagen de San Roque, con el repicar de campanas y el estruendo sonoro de la abundante pirotecnia. La imagen era portada por jóvenes de Pitres, con mucha fortaleza física, ya que la imagen y el trono donde iba situada la imagen son sumamente pesados. Aquí no se puede mecanizar, dada la orografía de las calles por donde discurre el recorrido de la Procesión. Hubo muchísimas personas que acompañaron a San Roque en su recorrido por las calles del pueblo con devoción y hermandad. En todo momento fue presidida por el Párroco, D. Rubén, acompañado por el Sr. Alcalde, D. José Antonio García Salguero y miembros de la corporación municipal. Al llegar la procesión frente al domicilio de D. Gabriel Salguero Esteban, recientemente fallecido y colaborador muy generoso y muy fiel de la Parroquia de Pitres, se hizo un descanso en el que D. Rubén rezó una oración, acompañado de todos los presentes, por su eterno descanso. La Procesión terminó con una exhibición de fuegos artificiales, en la plaza, apareciendo la imagen de San Roque iluminada en el último castillo. La Imagen de San Roque entró en la Iglesia a son de una melodía muy bonita, interpretada por la Banda Municipal de Pitres, que fue la que amenizó todo el recorrido con canciones de carácter religioso. El Párroco D. Rubén, tuvo unas palabras muy sentidas por el fallecimiento de D. Gabriel. También tuvo palabras de agradecimiento para todos los que han hecho posible , un año más, que San Roque recorra y bendiga el pueblo de Pitres en su salida procesional. Se terminó con el rezo del Padre nuestro, Ave María y el Himno a S. Roque.
Crónica y fotos realizadas por Antonio Joaquín Mezcua Roelas.