Fecha de publicación: 20 de diciembre de 2015

Los sacerdotes diocesanos se han congregado hoy lunes, día 21, en un nuevo encuentro del clero diocesano, en el que se ha celebrado un acto penitencial para los sacerdotes. La celebración fue presidida por nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, en la Capilla Virgen de las Angustias del Seminario Mayor “San Cecilio”.

En su alocución, Mons. Martínez habló de la medida de Dios con cada una de nosotros, con cada uno de sus hijos: “La medida de Dios con nosotros es su amor infinito por nosotros”, señaló nuestro Arzobispo. Asimismo, Mons. Martínez habló de la misericordia y subrayó que sólo podemos pedir perdón cuando también estamos dispuestos a perdonar. “Si pido misericordia, la pido en la medida en que estoy dispuesto a conceder esa misma misericordia que la pido para mí. Esa misericordia, que nace de lo Alto y que nos permite caminar por el camino de la paz, nos ha sido dada”, subrayó Mons. Javier Martínez.

Los sacerdotes administraron y también recibieron el Sacramento del perdón de los pecados, al mismo tiempo que tuvieron un tiempo de retiro en silencio y oración en la misma capilla del Seminario diocesano. Esta celebración penitencial concluyó con la bendición del Arzobispo, tras la cual el Vicario General y Moderador de Curia, D. Francisco Espigares, pasó a informar a los sacerdotes diocesanos de las iniciativas que se han acordado y se llevarán a cabo durante este Año de la Misericordia, que celebramos en la Archidiócesis, junto a toda la Iglesia Universal, hasta el mes de noviembre de 2016 con el lema “Misericordiosos como el Padre”.

ENCUENTRO SACERDOTAL

Al encuentro sacerdotal, que comenzó con el rezo de la Hora Intermedia, también asistió el Delegado Episcopal del Clero y párroco de la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, D. Blas Gordo. Previa a esta celebración penitencial, tuvo lugar una meditación a cargo del padre Juan Antonio Lamarca, CMF, con el título “Nos visitará el sol que nace de los alto (Lc 1, 78)”.

El retiro sacerdotal concluyó con una comida fraterna de los presbíteros diocesanos con el Arzobispo y la posterior felicitación navideña y buenos deseos mutuos, para compartir estos días de Natividad del Señor.