Se pueden hacer donaciones en la web caritasgranada.org, mediante Bizum con el código 02255 o participando en la colecta del día 22 de junio.

Los conflictos armados, la polarización, el aumento de los discursos de odio pueden llevarnos fácilmente a la tentación de considerarnos superados por el mal y la violencia, pero la esperanza habita en cada ser humano y de forma especial en este año jubilar convocado por el Papa Francisco.

Con el deseo profundo de reavivar ese anhelo que anida en nuestro corazón, Cáritas presenta su campaña de Caridad, que este año lleva por lema “Mientras haya personas, hay esperanza”. Con esta iniciativa, la red de Cáritas se une a la fiesta del Corpus Christi -que se celebrará el domingo 22 de junio- y lanza una invitación a la sociedad y a todas las personas de buena voluntad a ser embajadores y portadores de esperanza.

Cáritas Diocesana de Granada anima a la solidaridad y la compasión para ayudar a aquellas familias que más lo necesitan colaborando con esta campaña a través de donaciones en la web caritasgranada.org, mediante Bizum con el código 02255 o participando en la colecta del día 22 de junio. Las colectas del pasado año lograron recaudar 77.114 euros, una cantidad que se traduce en poder ayudar a unas 700 familias a abonar gastos básicos de vivienda y evitar la suspensión de suministros.

Esto implica, además, si se pone el foco en la parte más promocional, financiar el Programa diocesano de Familia junto a los Proyectos que las Cáritas Parroquiales promueven en sus territorios a lo largo del año (acompañamiento y actividades lúdicas para mayores, acciones educativas con menores, talleres formativos y de economía doméstica, etc.).

Vivienda, empleo y personas migrantes, tres realidades preocupantes

Tal y como hiciera también la Memoria Anual correspondiente a 2024 de Cáritas Diocesana de Granada presentada el pasado 2 de junio, el adelanto del informe FOESSA publicado en diciembre del año pasado -y cuyos datos definitivos verán la luz en el último trimestre de este año- dan cuenta de cómo la exclusión residencial, el empleo precario y la situación administrativa irregular en la que se hayan muchas personas migrantes son algunas de las causas de la cronificación de la pobreza y la exclusión que sufren más de 9,4 millones de personas en nuestro país.

El problema generalizado del acceso a la vivienda en muchos países de Europa y en concreto, en nuestro país, se ha convertido, para las personas más pobres, en un problema de emergencia social al hacerse prácticamente imposible que puedan acceder a una vivienda digna.

Las posibilidades que tienen los jóvenes de acceder a un empleo que dignifique el desarrollo personal y facilite la posibilidad de iniciar proyectos vitales están aún más mermadas entre las personas con menos recursos y más vulnerables.

Es más, según señalaba la directora de Cáritas Diocesana de Granada, Luisa María Maeso, en la presentación de la Memoriase constata además que el empleo no es un antídoto infalible frente a la precariedad”. Así se desprende del dato que refleja un 15% de personas con pobreza laboral. Es decir, personas que, a pesar de tener empleo, no llegan a final de mes porque no pueden cubrir adecuadamente sus necesidades básicas.

Las personas migrantes que llegan a nuestro país también se ven expuestas a grandes dificultades. Enfrentan importantes dificultades económicas y sociales que les impiden integrarse en la sociedad. Muchas de las personas y familias al completo que llegan a Cáritas demandando apoyo y ayuda, viven situaciones verdaderamente dramáticas que son difíciles de resolver en el corto y medio plazo. “No obstante, es necesario recordar que 3 de cada 7 personas atendidas en nuestra diócesis son de nacionalidad española –puntualizaba Maeso-. Es decir, los procesos de exclusión social no son de naturaleza exógena, no vienen determinados por una nacionalidad, no los importamos. O lo que es lo mismo: la exclusión social nos puede afectar a todos”.

“Todas somos personas, y llevamos dentro semillas de fraternidad y solidaridad que brotan en forma de pequeños gestos y acciones cotidianas que contagian esperanza. Solo necesitamos recrearla y encontrar nuevas formas de hacerla tangible. A través de la resiliencia, la creatividad y el trabajo colectivo y solidario, podemos aportar luz en medio de las sombras de la realidad que nos toca vivir en este tiempo”, explica Eva San Martín, responsable de la campaña.

Cáritas Diocesana Granada