Nacido en Manises, Valencia, el 28 de junio de 1889, quiso ser ingeniero de caminos, pero la ilusión de su padre por tener un hijo especializado en la industria de la cerámica, hizo que finalmente cursara la carrera de ingeniero industrial en Barcelona. Destacó por su inteligencia desde el primer momento, llegando a sacar las máximas calificaciones en física, química y cálculo.
Al morir su padre, él y sus tres hermanos se hicieron cargo de la fábrica de cerámica de la familia. Cuando finalizó sus estudios de ingeniería, sus hermanos le concedieron la dirección técnica de la empresa. Su preocupación por mejorar la calidad de vida de los trabajadores, instaurando el seguro de vejez y enfermedad, provocó la ira de los encargados de la fábrica que le hicieron abandonar su trabajo.
En su trayectoria profesional destaca su nombramiento como teniente alcalde de Manises, su colaboración en la construcción del aeropuerto de Valencia y la Dirección Técnica de la empresa de cerámica Eloy Domínguez.
Católico practicante se dedicó a dar catequesis a los niños y jóvenes de los barrios más desfavorecidos de su pueblo natal. También estuvo preocupado toda su vida por el seminario, mandando ayudas hasta en sus momentos más desfavorables. Su gran fe hizo que cuando viajaba a Italia motivado por sus estudios, visitara al Papa Pío XI.
Dado que Valencia se mantuvo fiel a la República, su condición de católico hizo que lo asesinaran en 1937. Hasta su muerte ayudó a todo el que pudo, independientemente del bando al que perteneciera, según recuerda la Iglesia.