Sidney Hodgson era un bogado inglés que se había encontrado con Jesucristo. Sabemos que el año 1591, participaba junto al padre Edmind Jennings en una Eucaristía clandestina en casa de un amigo. Estaban en Londres y el poder había prohibido toda Misa pública. Un perseguidor llamado Topcliffe irrumpió en la casa en el momento e la Consagración.

Hodgson impidió, con la ayuda de otros fieles, la entrada en la habitación se celebraba la Santa Misa. Una vez terminada la celebración eucarística, Hodgson y los suyos se entregaron. De allí fueron llevados ante el tribunal, acusados de acoger a sacerdotes y de pertenecer a la Iglesia de Roma.

Se les ofreció a todos la posibilidad de salvar sus vidas si prometían conformidad con la Iglesia anglicana y la supremacía de la Reina Isabel de Inglaterra, pero eligió morir por su fe, siendo condenado y ejecutado.