Nace en Alcocer de Planes, provincia de Alicante, el 26 de abril de 1908 en el seno de una familia modesta. Esta escasez de medios económicos le resultaba una dificultad para entrar en el seminario diocesano y, por ello, un sacerdote amigo lo encaminó a la vida religiosa, y así ingresó en el seminario salesiano de El Campelló.
Profesó en 1925 y prosiguió sus estudios en el Centro Internacional Salesiano de Turín-Crocetta, ordenándose sacerdote en Barcelona en 1934. Fue destinado al colegio salesiano de Alcoy, donde ejerció con mucho celo su apostolado. Llegada la revolución de julio de 1936 estuvo varios días en una casa con otros salesianos, luego pasó a Concentaina con su familia. Pudo estar con ella los meses de agosto y septiembre sin mayores sobresaltos, hasta que hubo un bando del Comité mandando que se presentaran todas las personas llegadas a la población con posterioridad al 18 de julio, y así lo hizo Álvaro.
El día 27 dos milicianos se presentaron en su casa. Él se despidió de su madre y se fue con ellos. Estuvo detenido en el antiguo convento de las Esclavas del Sagrado Corazón. El día 1 de octubre pudo visitarle una hermana suya, a quien dijo que estaba seguro de que iban a matarle, y le pidió que velara por sus padres. Aquel mismo día fue fusilado por su condición de sacerdote.
Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II.