El número de declaraciones a favor de la Iglesia ha sido de 7.191.387. Teniendo en cuenta las declaraciones conjuntas, más de 8,5 millones de contribuyentes destinan a la Iglesia el 0,7% de sus impuestos. Esto supone que el porcentaje de asignación asciende al 32,32%.
Durante la campaña de la renta, 26.885 nuevas declaraciones marcaron la X de la Iglesia, lo que expresa el respaldo social y personal a la labor desarrollada por las instituciones religiosas. En general, el que marca la casilla no solo repite año a año, y cada año nuevos contribuyente marcan la casilla de la X por primera vez.
En relación a las cantidades, en la declaración de 2019 la cantidad destinada por los contribuyentes a la Iglesia católica aumenta en 16,6 millones y alcanza los 284,4 millones de euros, un incremento del 6,19% con respecto al año anterior. Es la cifra más alta desde el comienzo del actual sistema de asignación tributaria en 2007.
El aumento de la cantidad que los españoles destinan de sus impuestos a favor de la Iglesia católica en los últimos tres años se debe a la evolución de la situación económica en España, con un aumento significativo tanto del número de contribuyentes que realizan la declaración como de la renta declarada por los contribuyentes.
Esto significa que la Iglesia católica cuenta con más recursos para continuar con su actividad asistencial, educativa, evangelizadora, cultural y de servicio al conjunto de la sociedad.
Datos por Comunidades autónomas
La cantidad recaudada a favor de la Iglesia crece en todas las comunidades autónomas sin excepción, y en nueve de ellas, además, se constata también una subida del número de contribuyentes que marcan la X. Sobre todo, en Madrid, Andalucía, Murcia y Canarias. Por el contrario, Cataluña registra el mayor descenso.
Las regiones donde mayor porcentaje de personas decide colaborar con su IRPF al sostenimiento de la Iglesia son Castilla La Mancha (45%), La Rioja (44,9%), Extremadura (44%), Murcia (43,8%) y Castilla y León (42,2%). Casi la mitad de las declaraciones optan por sostener la labor de las entidades religiosas. En el otro extremo, Canarias (25,95%), Galicia (24.9%) y Cataluña (17,43%) marcan las tasas más bajas de asignación.
Datos en relación a otras variables
Las aportaciones a la Iglesia en la declaración de la renta se presentan también según otras variables. Por edades, el tramo de edad que más marca la X en la Declaración de la Renta es el de los contribuyentes entre 40 y 60 años. Los jóvenes menores de 19 años también lo hacen por encima del 32,6% y entre los de 20 y 29 años se han incorporado 10.000 nuevas declaraciones, indicadores ambos de la implicación de las nuevas generaciones.
En cuanto al sexo del declarante (o del primero en declaraciones conjuntas), las mujeres siguen siendo más proclives a poner la X. Lo hace un 34,90%, frente al 32,6% de los hombres. También son más las liquidaciones individuales a favor de la Iglesia que las conjuntas: un 34,02% frente a un 26,46%.
Más recursos para ayudar más
La Iglesia católica cuenta en esta ocasión con más recursos para seguir realizando su actividad al servicio de los cristianos y del conjunto de la sociedad española. Por eso agradece a todos aquellos españoles que contribuyen con este gesto de marcar la X y con el resto de campañas realizadas a lo largo del año a sostener la labor religiosa, espiritual y social al servicio de millones de españoles.
Así mismo, continúa con su esfuerzo de dar a conocer, a través de Xtantos, el mecanismo por el que los contribuyentes pueden decidir el destino de una pequeña parte de sus impuestos, el 0,7%, que puede dedicar a la Iglesia católica y a otros fines de interés social. Con esa decisión, el contribuyente ni tiene que pagar más ni se le devuelve menos. Solo en la actividad asistencial, cada euro que ingresan las diócesis españolas procedente de la Asignación Tributaria se multiplica por 2,5 euros cuando se retorna a la sociedad.
A lo largo de los próximos meses, la Iglesia católica irá dando cuenta del destino de todo el dinero que ha recibido de los contribuyentes a través de la Memoria de actividades de la Iglesia, y siempre a través de la oficina de Transparencia de la CEE.