Tras hacerse pública hoy, 1 de febrero, la aceptación por parte de la Santa Sede de la renuncia presentada por Mons. Javier Martínez, por motivos de edad, ambos arzobispos se han reunido con los trabajadores de la Curia Metropolitana, sus más estrechos colaboradores en su ministerio episcopal.

Mons. Javier Martínez, arzobispo emérito desde hoy 1 de febrero, ha expresado su agradecimiento a los trabajadores de la Curia Metropolitana por estos casi 20 años de dedicación y disponibilidad con su ministerio episcopal. “Gracias de todo corazón”, afirmó.

“El Señor es fiel a su Iglesia y permanece con nosotros. Seguimos y la vida de la Diócesis también sigue, con toda normalidad, con un hermano que el Señor nos ha regalado”, señaló D. Javier en referencia a D. José María, que desde hoy es arzobispo de Granada. “La llegada de D. José María ha sido un regalo”.

Mons. Martínez señaló que lo único que ha deseado siempre ha sido “comunicar que Cristo es la única esperanza y dar testimonio de que Cristo es lo más querido en mi vida”.

MONS. GIL TAMAYO
Por su parte, D. José María, que tomó posesión de su oficio como arzobispo coadjutor el pasado 1 de octubre y desde entonces ha estado conociendo la Archidiócesis –sus lugares y gentes-, ha afirmado que estos cuatro meses han sido “un tiempo de gracia y de bien para los dos”.

“Hay continuidad con las características de cada uno. Estoy para serviros”, les dijo D. José María a los trabajadores de la Curia diocesana recordando así su lema episcopal “No he venido a ser servido, sino a servir”, al mismo tiempo que les ha pedido su colaboración y ayuda en el ministerio episcopal que como arzobispo de Granada hoy comienza.

Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comunicación Social