Fecha de publicación: 13 de mayo de 2024

Procedentes de parroquias de Granada y provincia, tuvo lugar en la Eucaristía presidida por el arzobispo en el domingo de la Ascensión del Señor.

 

El domingo 12 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor, 13 adultos recibieron los Sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, confirmación y sagrada comunión, durante la Eucaristía presidida por el arzobispo de Granada, Mons. José María Gil Tamayo, en la S.A.I Catedral.

La comunidad de fieles asistente a la Eucaristía acompañó a estos adultos en el inicio de su nueva vida como cristianos.

Los adultos proceden de distintas parroquias de Granada y provincia: las parroquias en Ogíjares, Campotéjar, Cúllar Vega y Ventas de Zafarraya; y desde la ciudad, en las parroquias de San Ildefonso, Nuestra Señora de las Angustias, Corpus Christi, Sagrado Corazón de Jesús, Perpetuo Socorro y San Juan María Vianney.

En ellas, recibieron la formación correspondiente para recibir dichos Sacramentos, desde el bautismo, por el cual son incorporados a la familia de los cristianos; la confirmación, donde afirman su fe y reciben el don del Espíritu Santo; y la sagrada Comunión. 

   

“UN DÍA GRANDE”

Fue “un día grande para vosotros, el más importante”, como afirmó el arzobispo D. José María Gil Tamayo, durante su homilía pronunciada en esta celebración. “Vais a recibir la salvación de nuestro Señor Jesucristo. Y lo hacéis en el marco de esta celebración pascual, la Ascensión del Señor, en la que contemplamos ese partir de este mundo y a Jesucristo glorioso, Resucitado, al Padre, a Dios. Cristo no está en un lugar”, señaló.

“Cristo no es una idea ni es un recuerdo. Es alguien vivo. Alguien que sale de Dios y viene a nosotros para salvarnos. Esa primera venida del Señor es la humildad y en la humanidad de nuestra carne. Esa primera venida del Señor para compartir lo que es propio del hombre, todo excepto el pecado. (…) Queridos catecúmenos, vosotros ahora, dentro de un momento, vais a entrar a participar de esa victoria de Cristo, de esa salvación de Cristo realizada de una vez para siempre, en el sacrificio de la Cruz. Vais a entrar a participar de Cristo Resucitado. Vosotros sois el Cuerpo de Cristo, dice San Pablo. Y vais a entrar a participar y se os aplicarán los méritos de nuestro Señor Jesucristo. Vais a ser cristificados. Perceptiblemente, no vais a notar nada, pero, vais a salir distintos de como habéis entrado”, señaló Mons. Gil Tamayo.

“Habéis entrado como simples personas con una dignidad infinita, inalienable, a imagen y semejanza de Dios. Pero vais a ir configurados por Cristo, nuestro modelo, nuestra vocación suprema. Vais a ser injertados en Cristo, revestidos de Cristo”, subrayó el arzobispo de Granada, en referencia a la administración de los Sacramentos de iniciación cristiana que estaban a punto de recibir los catecúmenos.

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