Granada, 6 de mayo de 2023.- La Archidiócesis de Granada cuenta desde esta mañana con una nueva beata granadina: Conchita Barrecheguren, que falleció en 1927 con 22 años y cuyo milagro por intercesión ha sido reconocido por la Iglesia para su proclamación como beata, en la curación de una niña de 16 meses en Alicante.

La ceremonia, celebrada en la Catedral, ha estado presidida por el cardenal prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Mons. Marcello Semeraro, en representación del Papa Francisco. Junto a él, han concelebrado el arzobispo de Granada, Mons. José María Gil Tamayo, el emérito D. Francisco Javier Martínez, y los obispos de Guadix, Córdoba, Jerez y el arzobispo emérito de Valencia. Han concelebrado en torno a un centenar de sacerdotes y han participado en la ceremonia alrededor de 2.500 fieles, algunos de ellos procedentes de la provincia como Albuñol, Motril o Jayena; y de otras ciudades españolas como Salamanca o Alicante, ésta última donde reside la niña en la que la intercesión de Conchita ha obrado el milagro.

A la ceremonia también han asistido distintas autoridades civiles y militares, en representación de la ciudad de Granada y de la región en Andalucía.

RITO DE BEATIFICACIÓN
El arzobispo de Granada Mons. José María Gil Tamayo, acompañado por el postulador de la Causa, solicitó ante el Prefecto que la joven granadina fuera contada entre los nuevos beatos de esta Iglesia diocesana. A continuación, Mons. Semeraro pronunció la fórmula de beatificación, que fue acogida con un sonoro y profundo aplauso de los fieles y concelebrantes, al mismo tiempo que se desplegaba la gigantografía con el rostro de la nueva beata, incorporando así a la Iglesia de Granada a la beata Conchita Barrecheguren.

El rito de beatificación se vivió con profunda emoción entre los fieles, especialmente entre los familiares de la joven Barrecheguren y la familia redentorista, comunidad a la que estuvo vinculada en vida, así como su padre Francisco, que, junto a Conchita, fue declarado Venerable el 5 de mayo de 2020.

“Concedemos que la Venerable Sierva de Dios María de la Concepción Barrecheguren, fiel laica, que aceptó con fe los dolorosos sufrimientos de la enfermedad, encontrando en ella oportunidad de gracia, redención y caridad, sea llamada con el nombre de BEATA para la posterioridad”, recoge la Carta Apostólica por la que se proclama beata a Conchita.

La fiesta litúrgica se celebrará el 13 de mayo, día en que falleció en 1927 y “nació para el Cielo”, indica la Carta Apostólica.

PALABRAS DURANTE LA CEREMONIA
En sus palabras durante la homilía, el cardenal Mons. Semeraro habló de la vulnerabilidad y sufrimiento en la joven beata, que en nuestro tiempo hemos experimentado, personal y comunitariamente, de forma reciente, con motivo del coronavirus.
“La vocación que llega de la vulnerabilidad, nuestra Beata la ha reconocido, la ha aceptado y la ha vivido. Nos ha indicado también el método sobre cómo hacerlo. De hecho escribió: «Mi amor será un Dios crucificado, mi alimento la oración, mi fortaleza la Eucaristía…». Para realizar este programa de vida buscó también un ejemplo en Santa Teresa de Lisieux. Los Santos beatificados y canonizados, ha dicho el Papa: «recuerdan a todos que vivir el Evangelio en plenitud es posible y es bello»”, afirmó el cardenal en su homilía.

(La homilía completa puede leerse en www.archidiocesisgranada.es)

Por su parte, el arzobispo D. José María Gil Tamayo dirigió unas palabras de agradecimiento por esta proclamación de la nueva beata, tras las cuales intercambió un abrazo de paz con el cardenal, al que también se sumó el postulador de la Causa, recibiendo en ese momento una copia de la Carta Apostólica.
Asimismo, en sus palabras al término de la ceremonia, el arzobispo Mons. Gil Tamayo transmitió al Papa el afecto hacia su persona y ministerio, en nombre también del arzobispo emérito, D. Francisco Javier Martínez, y de toda la Archidiócesis, expresando asimismo la plena comunión con el Santo Padre y su magisterio.

Mons. Gil Tamayo habló de “inmensa alegría” en esta beatificación, porque Conchita nos recuerda lo esencial de la vida en nuestra Iglesia que es “la vida en Cristo y la santidad en primer plano”, al mismo tiempo que aludió a otros beatos y santos granadinos, desde los mártires granadinos, san Cecilio, fray Leopoldo de Alpandeire y la madre Riquelme, entre otros, “todos ellos llamados a la santidad en el seguimiento a Cristo”.

De la nueva beata, Mons. Gil Tamayo pide que “su ejemplo cunda entre nosotros y en los cristianos laicos en la vida de familia y en los enfermos”. El arzobispo de Granada expresó la gratitud al cardenal por su servicio en esta beatificación en nombre del Papa Francisco, a los misioneros redentoristas y a todos los fieles y devotos.

Por su parte, el Superior Provincial de los Misioneros Redentoristas, Francisco Caballero, también dirigió unas palabras en las que recordó cómo la vida de Conchita es un signo del “reconocimiento de Dios por la sencillez”. Asimismo, recordó que “la beata nos enseña que en la realidad difícil y de sufrimiento siempre está presente Dios”. “Se dejó configurar como modelo real de Cristo y corazón misionero”, señaló el Superior Provincial, destacando la sencillez con la que vivió en la vida cotidiana el amor de Cristo, a principios del siglo XX, también desde el sufrimiento por su enfermedad y por la demencia que padeció su madre.

PROYECTO DE SOLIDARIDAD
En la ceremonia ha sonado por primera vez el himno interpretado de forma expresa para esta ocasión, compuesto por el sacerdote redentorista padre Damián María Montes.

La colecta en la ceremonia de beatificación, así como aquellas actividades que se han llevado o se llevarán a cabo en el marco de esta celebración, van dirigidas a la construcción de un nuevo servicio de maternidad en la Clínica Nokien Mbanza-Ngungu, en el Congo. Esta obra de caridad se llevará a cabo a través de la Asociación para la Solidaridad, ONG vinculada a la comunidad redentorista. Con este proyecto se reducirá la tasa de mortalidad materna e infantil y formará a personal para la atención materno infantil, entre otros objetivos. Una de las actividades organizadas cuyos fondos van destinados a este fin es la obra de teatro “Francisco y Conchita, de la Alhambra al Cielo”, que interpretará la compañía “Casi Siempre” el 21 de mayo, a las 12 horas, en el Teatro Isabel La Católica. El donativo es de 10 euros.

MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS
Tras la beatificación, el santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro acogerá la Eucaristía de acción de gracias mañana domingo 7 de mayo, a las 12 horas.
En este mismo santuario, cuyos restos de la nueva beata descansan desde el año 2007, está instalada la capilla, para veneración de los fieles y devotos, que seguirán rezando intercesiones y encomendándose a la joven nueva beata granadina: Conchita Barrechegueren. La fecha litúrgica de la beata Conchita Barrecheguren será el 13 de mayo, coincidiendo con la fecha de su fallecimiento.