La portada sur de la Iglesia imperial de San Matías, abierta en el lado de la epístola, fue labrada en 1535 por el cantero Vicente Fernández, según la traza de Sebastián de Alcántara y los modelos clasicistas de Diego de Siloe. Presidida por la escultura de la Virgen con el Niño, del imaginero José de Luque, conserva aún restos de policromía original sobre piedra, técnica abandonada en el siglo XVI. Destaca la calidad y perfección técnica del programa iconográfico renacentista del maestro mayor de la Catedral y de las iglesias del Arzobispado de Granada.
La obra ejecutada en calcarenita, mostraba suciedad diversa, con costra negra en el cuerpo superior, fisuras y pérdidas pequeñas en las zonas expuestas. Los efectos del fuego originado a finales del año 2011, provocaron fisuras y pérdidas materiales en la zona inferior, con el ennegrecimiento de las esculturas, el arco y los relieves.
La metodología ha consistido en la limpieza mecánica para eliminar añadidos y morteros nocivos, limpieza química en la policromía y la costra negra, desalación puntual, consolidación e hidrofugación superficial. La intervención en la portada ha desvelado mayor presencia de restos de policromía, bien conservados en la zona superior. Las esculturas de la Virgen con el Niño conservan parte de sus carnaciones, y las gamas rojas y azules bien moduladas de los ropajes. La arquitectura, los relieves, el entablamento y las columnas, se policromaron con una base ocre, contrastada puntualmente en azul, rojo oscuro y verde. El repertorio de policromía original pudo abarcar a toda la portada según el estudio, los parámetros de policromías y el estado de conservación actual, preservado esencialmente por sus cualidades y excelencia.