Fue en 1233 cuando se produjo uno de esos acontecimientos memorables en la historia de la Iglesia. Los restos de Santo Domingo de Guzmán, muerto doce años antes, iban a ser trasladados a una nueva sede eclesial. A pesar de que los hermanos dominicos querían hacerlo discretamente, se encontraron con una gran afluencia de fieles boloñeses, presbíteros y obispos que acudieron a comprobar si los restos del santo estaban corrompidos. Lejos de toda expectativa, al abrir la tumba para el traslado de los restos, un olor agradable impregnó todo el ambiente. Aquello motivó que el fundador de la Orden de Predicadores fuese canonizado al año siguiente.

En la diócesis de Granada no ha habido este año una celebración especial con motivo de tal efeméride, por coincidir la fecha con la festividad de Santa María, Madre de la Iglesia. Desde la Orden de Predicadores de Granada recuerdan no obstante lo excepcional de este Año Jubilar 2021, en el que la figura del santo cobra especial relieve, además de la carta que el Sumo Pontífice les dedicó por esta fecha.

“PREDICATOR GRATIAE”
El de “Predicador de la Gracia” fue uno de los apodos con el que se conocía a la figura del santo de Guzmán y es también el de la carta firmada por el Papa Francisco en la que convoca el 2021 como el Año Jubilar de Santo Domingo de Guzmán y hace especial mención a toda la familia de la Orden de Predicadores.

La Orden de los Predicadores nació de la inspiración de este santo, que entendió la urgencia de la predicación del anuncio evangélico. “Domingo reconoció la importancia vital de proporcionar a los futuros predicadores una sólida formación teológica basada en la sagrada Escritura, respetuosa con las cuestiones planteadas por la razón, y preparada para entablar un diálogo disciplinado y respetuoso al servicio de la revelación de Dios en Cristo”, dice el Papa en la carta. “Junto con san Francisco de Asís, Domingo comprendió que la proclamación del Evangelio, verbis et exemplo, implicaba la edificación de toda la comunidad eclesial”.

“Lo fundamental es acercarnos a la figura de Santo Domingo y tomar en consideración lo que son los rasgos distintivos del carisma de predicador. Estudiando, predicaba; contemplando, predicaba ” cuenta el Superior del Convento de Santa Cruz la Real de Granada, fray Antonio Bueno. El santo fundador de la Orden de Predicadores también es destacado por el Papa por su fuerte sentido de obediencia y de vida fraterna. “Santo Domingo pedía vivir en comunidad y la obediencia, que consiste básicamente en ponerse a la escucha de la Palabra de Dios”.

INDULGENCIA PLENARIA
Las fiestas mayores de este VIII Centenario de la muerte de Santo Domingo serán durante el mes de agosto, cerca del 6 de agosto, en la fiesta de la Transfiguración del Señor, que es cuando este santo subió a los Cielos. 

Mientras tanto, además de ser una ocasión para volver a descubrir la vida de esta gran santo de la Iglesia, los fieles granadinos pueden peregrinar para lograr la indulgencia plenaria, peregrinando en este caso el convento de Santa Cruz la Real en el Realejo. Junto con las condiciones ordinarias de Confesión, Comunión y oración por las intenciones del Santo Padre, cualquier persona podrá obtener esta gracia especial de remisión y reparación de sus pecados.

Un santo que, como recuerda el superior del convento dominico en Granada, vivió desde sus entrañas la llamada a la misericordia de Dios por todos los hombres. “Para Santo Domingo el tema de la compasión es fundamental. Es sintonizar con la situación con los hombres, asaltado siempre por esa pregunta: ¿qué será de los pobres pecadores?, ¿qué será del ser humano? Esa es la fuente de su motivación”, dice Bueno. 

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada