Fecha de publicación: 11 de febrero de 2011

Artículo del Delegado de Pastoral de la Salud de la Diócesis de Granada, D. José Gabriel Martín Rodríguez, en la Jornada Mundial del Enfermo y la Campaña del Enfermo de este año, publicado en el Semanario Fiesta del Arzobispado de Granada.

 Blanco Año Nuevo. Con apenas mes y medio de vida. ¡Continúo brindando por este año 2011! Y en ese brindis recuerdo a los que están sufriendo y conviven con el dolor, los que empezaron y siguen el año desde las habitaciones del hospital con sus sueños, sus esperanzas, sus ilusiones…

Ninguno de ellos esperaba terminar el año y empezar el nuevo entre batas blancas, pero, a día de hoy, es así…

De momento, su año nuevo es blanco, por el pijama que le colocaron al llegar a urgencias, por las paredes de la habitación, por las sábanas impolutas, por la vestimenta de los que le atienden. Blanca la ambulancia en la que le trasladaron. Blanca la escayola de su pierna y el vendaje de su cabeza.

Y blanca es ahora su mente. A Sergio le cambiaron sus planes navideños cuando su coche salió de la carretera. Todavía se asusta por lo ocurrido y a él que le encanta tener todo bajo control le desconcierta la situación. Parecía que estaba mejor pero ahora llegó la recaída.

A Marina le cuesta cada vez más respirar. Las Navidades las pasó en el hospital y allí comió las uvas,… ¡menos mal que pudo! Espera con ilusión, agradece el que nunca está sola -siempre alguno de sus hijos la acompaña-. Para ella este año será blanco por el simple hecho de ser otro más que empieza… ¡será blanco por seguir viviendo!

A Luisito se le complicó la gripe este año. Las vacaciones del cole se las cogió por adelantado. Y él, entre sueros y jeringas, sólo pensaba en una cosa: ¡los Reyes Magos! Al escribir su carta a los de Oriente les contaba que no estaría en casa y que, a ser posible, antes de la cabalgata le visitasen en el hospital. Para Luisito el año nuevo también es del color de la barba de Melchor.
Jaime este año no comió las uvas con los suyos. Pero para él comenzó un año distinto: comenzó un año y a la vez es como si empezara de nuevo la vida. Gracias a la generosidad de una familia desconocida le pudo ser trasplantado el órgano que tanto esperaba. Recuperará su libertad al no tener que conectarse a una máquina día sí y día no para vivir. De color blanco son los folios en los que escribirá sus apuntes del curso que está deseando retomar.

Y es que se empieza de manera distinta cuando nos queda muy próximo el nacimiento de un Niño de tierna mirada, que ve más la oportunidad que el fracaso; que hace posible lo grande en lo pequeño, lo fuerte en lo débil, el alivio en el dolor; que anima a la esperanza en el desaliento.

Así, en los pasillos del hospital, se mira al año nuevo y a la vida con fuerza para luchar, escuchar, avanzar, cuidarse y cuidar.

La Delegación Diocesana de Pastoral de la Salud, con la Campaña del Enfermo 2011, invita a todos a ser compañeros de viaje de los niños y jóvenes para conseguir que sean el futuro de esperanza humana y cristiana de la Iglesia y de la sociedad.

José Gabriel Martín Rodríguez
Delegado Diocesano de Pastoral de la Salud