Los defectos detectados con el tiempo se referían a los cristales de protección, a la calidad de la luz y a la situación de la línea de “led” que, por una parte iluminaba no sólo los cuadros sino por igual los paneles y aún la madera del fondo, y por otra, la distancia escasa entre iluminación y cuadros creaba una sombra muy notable en la parte superior de la pintura. Tampoco era suficiente la iluminación del ámbito, especialmente de las bóvedas, y del retablo de la Pasión y esculturas de los Reyes. Estas carencias hacían que en conjunto la iluminación fuese escasa.
Para responder a estas carencias, durante algo más de un año se ha hecho una intervención en varios plazos. En concreto ha sido esto:
1. Cambio de los cristales de protección de las tablas: vidrios sin reflejos y que eliminan la mayor parte de los rayos lumínicos que pueden dañar a la larga la pintura. Al mismo tiempo se ha asegurado la estanqueidad de la obra de modo que no pueda introducirse polvo alguno.
2. Se ha renovado la pintura de los paneles de fijación de las tablas, intervención que puede parecer sencilla, pero que en realidad, por el proceso del trabajo y la calidad de los materiales, ha sido muy importante.
3. Se han hecho a medida las ménsulas que sostienen la barra para la conducción eléctrica y los focos. Son más largas que las anteriores y separan más el foco de luz de los cuadros con lo que se ha reducido la sombra que proyecta el lado superior de los marcos. Estas ménsulas son de aluminio.
4. Se han instalado un foco de tecnología “led” de seis watios para cada una de las tablas, otros de más potencia para el retablo y las esculturas y para la iluminación de las bóvedas.
El resultado es muy satisfactorio. Una posterior intervención que se está preparando es semejante a la realizada y se llevará a cabo en el primer ámbito de la sacristía, donde se ubican los tejidos y la orfebrería.
En la intervención han intervenido especialistas variados de las empresas SIT (Madrid), C.R.A., ERCO, CYRA, AUTOMATIMOS Y ELECTRICIDAD PADUL, bajo la dirección del arquitecto D. Pedro Salmerón y con la colaboración del restaurador D. José María Rodríguez Acosta. A todos agradecemos su dedicación y la calidad de los resultados. Ha cambiado totalmente la percepción de las obras, se descubren la calidez del ambiente y la claridad de colores, tejidos, rostros y paisajes de las pinturas flamencas, italianas e hispano-flamencas.