La Semana Santa no comienza, como la gente se cree, o pueden creerse muchas personas, el día del Domingo de Ramos. La Semana Santa comienza la mañana de Pascua. Porque es la mañana de Pascua la que arroja su luz sobre la Pasión y sobre la Muerte de Cristo. Si no, no habría nada que celebrar. Una muerte más de una víctima más de los millones de víctimas que hay en la historia humana; que hay todos los años en nuestro mundo. Víctimas inocentes, condenadas injustamente, vidas destruidas, familias desarraigadas, rotas, muertas. Qué habría que recordar en eso, y sobre todo qué habría que recordar con música, si Tú, Señor, no hubieras vencido a la muerte.
Es la mañana de Pascua la que arroja su luz y hace que tu Pasión nos abra el camino a la Gloria y nos descubra qué significa vivir en este mundo de pecado y de muerte. Por eso Te damos gracias y Te pedimos que esa luz de la Pascua ilumine todas nuestras vidas. También nuestras cruces, también nuestros viacrucis, nuestros dolores, nuestros sufrimientos, nuestras pasiones.
Padrenuestro
Que estás en el Cielo
Santificado sea tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad
En la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas
Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
Y líbranos del mal.
Amén.
+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada
5 de abril de 2015
Plaza de las Pasiegas