Un cordial saludo.

Deseo felicitarles estos días entrañables de la Navidad en que celebramos el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Ese es el motivo principal.

Estos días en que echamos de menos a quienes nos han dejado o están lejos de nosotros y en estos días su vacío se hace más presente en nuestras casas; estos días en que se nos enternece el corazón, e incluso recuperamos en algún momento esa inocencia de los niños que vemos a nuestro alrededor; estos días en que la necesidad de paz y concordia se alberga de una manera más viva en nuestro corazón; y al contemplar nuestro mundo lleno de guerras, de divisiones, de enfrentamientos, nuestro país con polarización, con esas discrepancias tan manifiestas que excluyen a unos y a otros y, al mismo tiempo, esas brechas de pobreza que nos muestra Cáritas en sus informes y que nos ponen los pies en el suelo de que, aunque vivamos en la sociedad del bienestar, todavía hay personas a nuestro alrededor que no llegan a lo necesario para poder vivir con dignidad; estos días en que las dificultades se dejan atrás para encontrarnos en familia, para recuperar ese sosiego.

Estos días celebramos, nada más y nada menos, vuelvo a repetir, que el nacimiento del Hijo de Dios. Y hemos de quitar hojarasca, para que no se queden solo desde el punto de vista cristiano en unas fiestas de invierno, sino en algo mucho más profundo y ese encuentro con Jesucristo. Precisamente, celebramos esa proclamación de la divinidad de Cristo en el Concilio de Nicea en estos días y, al mismo tiempo, nos damos cuenta de que es Dios con nosotros, que es el Dios cercano, que es el Dios amigo, que es el Dios del amor. Y eso nos tiene que inspirar.

Por tanto, vivamos esos días con esa paz y ese sosiego y, al mismo tiempo, que despedimos los días del año que acaba, en que hemos puesto tanto esfuerzo, tanta ilusión, pero, a veces, no han salido las cosas, ahora tenemos la oportunidad de recomenzar de nuevo en el año que va a iniciarse. Y Le pedimos al Señor que nos bendiga, que nos conceda la paz, que dé concordia en nuestro mundo.

Les deseo amigos una feliz fiesta de Navidad y unas santas fiestas de Navidad en familia y en paz con los amigos y paz para nuestro mundo, para nuestra ciudad. Que se superen las dimensiones y vivamos en concordia.

+ José María Gil Tamayo
Arzobispo de Granada
Granada, 19 de diciembre de 2025

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