Evangelio del 8 de enero de 2025.

– 1 Jn 4, 7-10.

– Sal 71.

– Mc 6, 34-44.

Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: “Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer”. Él les replicó: “Dadles vosotros de comer”.

Ellos le preguntaron: “¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?”. Él les dijo: “¿Cuántos panes tenéis? Id a ver”. Cuando lo averiguaron le dijeron: “Cinco y dos peces”. Él les mandó que la gente se recostara sobre la hierba verde en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.