• El inicio de este Año de gracia comenzará en la Diócesis el 29 de diciembre, a las 12:30 horas, con un recorrido desde la iglesia del Sagrario hasta la S.I Catedral, donde se celebrará la Eucaristía.
  • Una vez en la Catedral, la Imagen será colocada en el presbiterio, donde permanecerá durante todo el Año Jubilar como un punto de encuentro para la veneración de los fieles.

Granada, 15 de diciembre de 2024.- En un gesto cargado de simbolismo y arraigo, la Archidiócesis de Granada ha designado al Santísimo Cristo de la Misericordia como imagen central para abrir la solemne peregrinación que tendrá lugar el próximo 29 de diciembre. Este significativo recorrido, que comenzará a las 12:30 horas en la Iglesia del Sagrario y culminará en la Iglesia Catedral, marcará el inicio del Año Jubilar, una celebración acogida como un don de Dios que convoca a la comunidad cristiana a renovar su esperanza y caminar tras la cruz de Cristo.

La elección de esta venerada imagen responde a las indicaciones del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos para el Rito de Apertura del Jubileo 2025 en las Iglesias particulares. Según estas directrices, la cruz que encabece la peregrinación debe poseer un profundo significado histórico-artístico o estar estrechamente vinculada a la devoción popular. El Santísimo Cristo de la Misericordia, además de cumplir con estos requisitos, simboliza el amor redentor de Cristo y la profunda piedad del pueblo granadino hacia su figura.

Un Patrimonio de Fe y Arte

El Santísimo Cristo de la Misericordia fue tallado entre 1687 y 1688 por José de Mora, uno de los máximos exponentes de la imaginería barroca andaluza, para presidir una capilla funeraria de la familia Barreda en la iglesia de San Gregorio Bético. La sobria elegancia de su policromía, junto con la precisión anatómica y la expresividad de su semblante, revelan un Cristo que invita a la contemplación y la oración. Esta imagen, que ha presidido innumerables actos litúrgicos y procesionales, constituye una joya del patrimonio cultural y espiritual de Granada.

En el siglo XIX se trasladó a su ubicación actual, la parroquia de San José, donde a finales del mismo siglo comenzó a recibir culto por parte de una congregación de fieles. En ese momento cambió su primitiva advocación de Santo Cristo de la Salvación por la de Cristo de la Expiración.

Desde 1909 participó en la celebración oficial de la Semana Santa de Granada, y desde 1924 procesiona como titular de la Pontificia y Real Hermandad Sacramental del Señor San José y Ánimas y Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, que ahora cumple su centenario.

Con una devoción que trasciende generaciones, el Cristo de la Misericordia es un símbolo de consuelo y esperanza para los fieles, especialmente cada madrugada del Viernes Santo. Su veneración se intensifica especialmente en tiempos de adversidad, cuando las comunidades buscan refugio y fortaleza en la fe. Esta elección, por tanto, no solo enriquece el contexto histórico-artístico del Jubileo, sino que refuerza el vínculo entre la tradición y la espiritualidad del pueblo granadino.

Un Camino de Esperanza

El recorrido de la peregrinación será un signo tangible del caminar del pueblo cristiano tras la cruz de Cristo, uniendo el testimonio de fe y la celebración de la Sagrada Familia. Según lo estipulado, la imagen será trasladada por varias personas, reflejando la unidad y el compromiso de la comunidad. Una vez en la Catedral, será colocada en el presbiterio, donde permanecerá durante todo el Año Jubilar como un punto de encuentro para la veneración de los fieles.

El Santo Padre, en su Carta Apostólica Desiderio desideravi, nos recuerda que “el contenido del Pan partido es la cruz de Jesús, su sacrificio en obediencia amorosa al Padre”. Este Año Jubilar será un tiempo propicio para profundizar en el misterio de la cruz como signo de redención y vida nueva.

La Archidiócesis de Granada invita a todos los fieles a participar en esta peregrinación e inaugurar juntos un año de gracia y reconciliación, recordando que, como pueblo de Dios, caminamos unidos tras la misericordia infinita de Cristo.