El 17 de diciembre se celebra la festividad de los santos Ananías, Azarías y Misael, mártires.
Jóvenes judíos en exilio en Babilonia (siglo VII a.C.), se convierten en funcionarios de Nabucodonosor. Negándose a adorar la estatua del Rey, relata el Libro del Profeta Daniel, son arrojados en un horno ardiente, donde caminan tranquilamente en el fuego, junto a un ángel, alabando al Señor.