El 21 de noviembre se celebra la festividad de san Alberto de Lovaina. 

San Alberto (1166-1192) fue el obispo de Lieja y un mártir de la Iglesia Católica. Proveniente de una familia noble belga, consolidó el episcopado en un período turbulento para la Iglesia, enfrentando tensiones entre los poderes eclesiásticos y políticos. Su elección como obispo fue inicialmente disputada debido a intrigas políticas, pero el papa Celestino III lo confirmó en el cargo. San Alberto promovió la reforma del clero y defendió la independencia de la Iglesia frente al poder feudal. Fue asesinado en Reims, mientras asistía a un sínodo, probablemente por órdenes de enemigos políticos. Es venerado por su valentía y defensa de los principios eclesiales.